Polonia. Buque Cuauhtémoc, atracado en el puerto de Gdynia.
Como si aún no concluyera la batalla campal ocurrida en la playa de la ciudad costera de Gdynia el domingo pasado, la confusión continúa en Polonia, en donde nadie puede explicar con certeza qué fue lo que desencadenó esa pelea, por qué la Policía no la evitó y por qué llegó tarde para controlar los disturbios.
La prensa polaca subraya el fin de semana de pesadilla que han provocado en ese país los "kiboli", la versión local inspirada en los hooligans británicos, que el sábado provocaron desórdenes durante un partido de futbol en una ciudad y al día siguiente tundieron en otra a marinos mexicanos del Buque Escuela Cuauhtémoc, de visita en el mar Báltico.
De acuerdo con el diario de centro-izquierda "Gazeta Wyborcza", uno de los más importantes del país, el grupo de vándalos aficionados al futbol había causado varios escándalos durante la mañana del domingo.
Incluso ciudadanos llamaron al número de emergencia para reportar que habían arrojado varias bengalas en la playa. Aun así, la Policía no intervino ni mantuvo vigilancia en el área donde los kiboli acampaban.
Cerca de esa zona, un grupo de tripulantes del buque escuela Cuauhtémoc descansaba.
Según un video difundido por la Policía, los extranjeros tomaban cerveza y bromeaban en grupo.
Pasadas las 15:00 horas, dos jóvenes se apartaron unos metros del resto y se acercaron a una mujer polaca, uno de ellos se aproximó a ella y estiró la mano.
Ella lo rechazó con la mano, dio media vuelta y luego giró la cabeza hacia los mexicanos para decirles algo.
Segundos después, arribó en tropel la pandilla de kiboli y se desató la pelea.
De acuerdo con el testimonio de una bañista que descansaba en la playa, publicado el lunes por la "Gazeta Wyborcza", el mexicano que se aproximó a la joven polaca en realidad le dio una nalgada y ella le gritó algo al alejarse.
Esta versión es parte de las investigaciones de la Policía de Gdynia sobre la riña, confirmó al periódico el funcionario Adam Gruzlewski.
En las redes sociales polacas se habla de esta versión y se critica tanto el acoso a la mujer por parte de los mexicanos como el vandalismo del grupo de facinerosos polacos.