SÓLO acariciarlos o convivir con ellos es suficiente para que provean un efecto benéfico a personas discapacitadas o en situación vulnerable.
Personas de todas las edades con discapacidad intelectual, física y/o emocional o en situación vulnerable (niños maltratados o abusados, adultos mayores, adictos y enfermos terminales, entre otros) pueden recibir mascoterapia.
Éste es un tratamiento terapéutico asistido por perros que mejoran la calidad de vida de los pacientes. "El perro es el coterapeuta, un gran motivador, no juzga, no le importa la condición del enfermo; es transparente, siempre está dispuesto a todo y para todos", explica Adriana Sánchez Uriza, representante de Mascoterapia Perros de Servicio, A.C.
Cada caso es diferente
Los médicos especialistas determinan las metas a alcanzar y el tipo de intervención que deben tener los canes con cada persona. Es decir, "si estamos rehabilitando a alguien con discapacidad física, como parálisis cerebral, lo que hacen los perros es relajar los músculos, ayudan a tener mayor movilidad", explica Sánchez Uriza.
"Por ejemplo, tenemos una pequeña que tiene las manitas cerradas y parte de sus ejercicios es que las abra. Cuando lo hace sola es muy doloroso, cuando es a través del perro, es mejor porque éste lame sus manos, le introducimos las orejas del can y el contacto hace que los músculos se relajen", añade.
Los ejercicios pueden ser de movilización, sensibilidad, relajación o apoyo psicológico.
"Los niños en situación de abuso o maltrato ven a los adultos como amenazantes, entonces son más cerrados, no se comunican o no expresan sentimientos.
Pero con un perro sí lo hacen, comienzan a platicarle cosas que las trabajadoras sociales o los psicólogos llevan semanas tratando de sacarles, a través del perro logran el vínculo", asegura la experta.
El efecto terapéutico se nota más en niños y en adultos mayores, pero también ha tenido buenos resultados en personas con autismo, depresión, padecimientos cardiacos o mentales, trastornos de comportamiento y parálisis cerebral, también en enfermos terminales y víctimas de delitos violentos.
Mascotas preparadas
Para formar parte de la terapia o de compañía, las mascotas necesitan recibir un entrenamiento especial. En Mascoterapia Perros de Servicio, A.C., se realizan pruebas de selección. "Sí podemos usar casi cualquier raza de perros, incluso criollos, que no tienen raza, pero el requisito indispensable es un temperamento específico", afirma Adriana Sánchez. Si no reúnen las características adecuadas, se busca una familia que los adopte.
También el personal que labora con las mascotas debe estar capacitado, por eso hay un diplomado en Terapia Asistida con Perros (TAP), que se imparte tanto en la Ciudad de México, como en Querétaro. Éste es de gran ayuda, en especial porque está certificado por la Secretaría del Trabajo (STPS). "Cada vez hay más instituciones que solicitan el servicio y somos muy pocas personas las que podemos realizarlo", asevera la terapeuta.
Otras actividades que también se consideran son las pláticas sobre el cuidado y tenencia responsable, el entrenamiento y capacitaciones relacionadas con éstos.
Los canes son excelentes compañeros o miembros de una familia, pero también son seres que pueden generar cambios de actitud, sentido de responsabilidad y de pertenencia.
Sin duda, con el entrenamiento adecuado contribuyen a la rehabilitación física, emocional y/o mental de las personas.
Voluntariado
*Mascoterapia Perros de Servicio, A.C. se fundó hace 14 años por Mily Ibarra, quien manejaba perros de rescate. Cuando se mudó a Querétaro, una pareja le pidió ayuda para su hija con autismo. Hicieron pruebas y empezaron a conocer la labor de terapia.
*En 2004 se forma en Asociación Civil.
*Uno de sus apoyos es el programa "Pedigree Adóptame", el cual provee capacitación en teología y nutrición, además, donan alimento para los animales que entrenan.
*Informes: mascoterapia@hotmail.com