Cereso. El homicida quedó preso en el Cereso de la capital.
La Fiscalía General del Estado informó que gracias a las pruebas obtenidas por el agente del Ministerio Público se logró que sentenciaran a un homicida a 10 años de prisión; el asesinato se suscitó en diciembre de 2011.
Gregorio Martínez Reyes, quien cuenta con 33 años de edad y tiene su domicilio en el poblado Navajas, perteneciente al municipio de Durango, fue condenado a pasar 10 años y ocho meses en la cárcel, además de pagar una multa de 43 mil 538.40 pesos y 44 mil 793 mil pesos por reparación del daño, por el delito de homicidio en agravio de Antonio Valles Álvarez.
AMARGA NAVIDAD
De acuerdo con el informe de la Fiscalía, los hechos ocurrieron el 25 de diciembre de 2011, cuando se celebraba un baile en el poblado Llano Grande y de pronto de generó una riña colectiva.
En el alboroto un sujeto, en ese momento desconocido, interceptó a Valles Álvarez y le metió un navajazo en la región del tórax.
Mientras trasladaban al lesionado al hospital del El Salto, en Pueblo Nuevo, el agresor se dio a la fuga.
Horas después la víctima, a pesar del esfuerzo médico, pereció. Mientras tanto los agentes de la Dirección Estatal de Investigación (DEI) al descubrir quien había sido al victimario lograron capturarlo y entregarlo al Ministerio Público.
Despúes de dos años finalmente fue sentenciado.
José Angulo Torres, de 38 años de edad, quien tenía su domicilio en el poblado El Platanar, municipio de Topia, fue localizado sin vida en la carretera que conduce de Tamazula a Sanalona, ya en terrenos de Sinaloa.
Autoridades del estado vecino informaron que fue en un camino de terracería donde hallaron el cadáver del duranguense, con las manos esposadas y con los ojos cubiertos con un trapo.
Se dio a conocer que la víctima presentaba impactos de bala, aunque no se hallaron casquillos en el lugar.
