Entre 10 mil y 20 mil personas se manifestaron en Atenas por el cierre el 12 de junio de ERT (Radio Televisión Helénica), que controla los medios electrónicos públicos de Grecia. No faltaron los irónicos que dijeron que había más personas en las protestas que los que habitualmente sintonizan sus emisiones.
"No es por ERT, sus programas son realmente aburridos -le dijo una manifestante de 19 años, Angeliki Markou, al Financial Times --. Pero el gobierno no puede borrarla de forma tan poco democrática."
La verdad es que el primer ministro Andonis Samarás no pretende eliminar la radiodifusión pública sino relanzarla en septiembre ya saneada en lo financiero y en recursos humanos.
Los dos canales de televisión originales de la empresa, ERT 1 y ERT 2, así como sus emisoras de radio, gozaron durante décadas de un monopolio impuesto por ley, como ocurría en otros países europeos. A fines de la década de 1980 empezaron a surgir algunas emisoras pirata, que transmitían lo que el público realmente quería ver y escuchar, hasta que el Parlamento se vio obligado a legalizar la radiodifusión privada en 1989. Las nuevas emisoras privadas rápidamente desplazaron a las gubernamentales en los primeros lugares de popularidad.
Según el Financial Times, los actuales cuatro canales de televisión de ERT y sus 29 emisoras de radio captaban menos del 20 por ciento del público. En televisión su competencia eran tres rivales privados. ERT cuenta además con varios portales de internet… y no una sino dos orquestas sinfónicas.
Si fuera una empresa privada, ERT habría quebrado desde que perdió el monopolio… o incluso antes. Pero en el país más pobre de la Unión Europea se estableció un impuesto especial para subsidiarla, el cual se cobra a través del recibo de electricidad tanto a los hogares que tienen televisor como a los que no. Según Simeon Kedikoglou, vocero del gobierno de Grecia, las emisoras de ERT cuestan "de tres a seis veces" lo que una privada y tienen "de cuatro a seis veces el personal". Su público, sin embargo, es pequeño: "de la mitad que una emisora privada". ERT goza de un presupuesto de 300 millones de euros al año.
Al gobierno griego le cuesta hoy menos despedir a los 2,650 trabajadores de ERT, a pesar de los altos costos de indemnización laboral, para recontratar a los 1,200 que realmente se necesitan que seguir operando como hasta ahora. Los trabajadores de ERT, muchos de los cuales fueron contratados por ser amigos y parientes de políticos influyentes, se niegan a aceptar el cierre debido a los altos sueldos y prestaciones de los que gozan. Varios sindicatos, entre ellos el de periodistas (sí, hay "sindicato de periodistas"), están realizando paros y manifestaciones en su apoyo.
En México los medios públicos no son tan costosos, pero no dejan de ser una carga para el erario. Nada más los que controla el gobierno federal representan un gasto en este 2013 de casi 1,282 millones de pesos (OnceTV, 643 millones; Canal 22, 231 millones; Instituto Mexicano de la Radio, 211 millones; Organismo Promotor de Medios Audiovisuales, 99 millones; y Radio Educación, que opera sólo en el Distrito Federal, 97 millones de pesos). A esto hay que añadir TV UNAM, Radio UNAM y las emisoras de radio y televisión de los gobiernos e instituciones educativas públicas de los estados.
Estos subsidios son aristocráticos. Las emisiones de los medios públicos mexicanos van dirigidas en buena medida a públicos minoritarios, más aún que los de ERT en Grecia. En una visión ultraconservadora del gasto público, el gobierno debe cobrar impuestos a toda la población para financiar la radio y la televisión de unos cuantos.
MÁRTIRES
Mueren ocho personas, entre ellos seis activistas de la CNTE, al chocar una pipa en el lugar donde protestaban al lado de una caseta de peaje en la autopista Pátzcuaro-Uruapan. ¿Serán los mártires que tanto ha buscado el movimiento?
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