El mexicano Abel Mendoza (i) y el colombiano Edwin Aguilar (d) combaten en la categoría de -63 kilogramos en el sexto día del Mundial de Taekwondo que se realiza en el Centro Expositor de la ciudad de Puebla. (EFE)
De ilustre desconocido a figura del taekwondo mundial. En tan sólo un día, el mexicano Abel Mendoza pasó del anonimato a los encabezados deportivos, luego de convertirse en subcampeón del orbe en la categoría de -63 kilogramos.
El veracruzano logró ayer un meritorio metal argento tras caer ante el coreano Dae Hon Lee por 4-16. Fue la cuarta presea para México en la competencia, la segunda de plata después de la conseguida por Briseida Acosta. Una hazaña totalmente inesperada. Más, si se toma en cuenta que tuvieron que pasar 16 años para que nuestro país sumara cuatro preseas en un Mundial y llegara a 60 en total en la historia.
"Todo esto es gracias al trabajo en equipo. Muchas gracias a mis entrenadores, a mi familia, a la Conade. Claro que quería el oro, pero creo que la plata es un logro muy meritorio", dijo Abel, quien inició su romance con el taekwondo desde pequeño.
Mendoza fue todo un guerrero en el tatami poblano. Aunque la mayoría de sus rivales lo superaban en estatura, el seleccionado nunca bajó los brazos, siempre se fue a la ofensiva y destacó por su defensa que fue clave para evitar patadas en el rostro.
Y el público se lo agradeció. Gritó, se emocionó y festejó junto a su anfitrión, quien llegó a la competencia con muy pocas expectativas al ser su primer Campeonato Mundial.
"No estoy conforme con la plata, pero me siento contento por haber obtenido este logro. He trabajado demasiado desde pequeño, mi familia me ha impulsado para lograr cada meta que me propongo. Estoy agradecido conmigo, con toda la gente que vino, con Dios, creo que sin esa ayuda, no se puede lograr nada".
Ante el coreano, Abel mantuvo la garra, pero no pudo concretar y se fue abajo 0-5 en el primer round. En el segundo round, Abel y Dae Hon Lee se liaron en un intercambio de golpes que dejó como saldo un marcador de 3-12 en contra del mexicano. En el tercer parcial, con el marcador 4-16, se detuvo la pelea, pues la regla dicta que no deben ser más de 12 puntos de diferencia entre los contendientes.
En su camino al podio, Mendoza venció en octavos de final a Tomislav Karaula, de Croacia, con parcial de 7-1. Apoyado por el público, eufórico tras su sorpresivo desempeño, el veracruzano salió aguerrido y sentenció su pase a los cuartos de final. También derrotó al turco Cem Ulungnuyam 14-5 y en primera ronda 21-7 al colombiano Edwin Aguilar.
En las tribunas, procedentes de Veracruz, decenas de aficionados apoyaron a Abel con porras y letreros improvisados. Toda la gente en el Centro Expositor se entregó sin condiciones a su nuevo héroe.
Con esta medalla le fue recompensado el sacrificio de tener que dejar su estado natal para mudarse a las instalaciones del Comité Olímpico Mexicano, lejos de su gente.
Aunque su nombre no es tan conocido como el de otros taekwondoínes, Mendoza se ha mantenido en el Top Five de su categoría por cinco años. El de ayer es el mejor logro que ha tenido en su carrera, algo que lo impulsa a lograr nuevas metas.
Fuera
La regiomontana Jéssica Chávez Rivera no logró avanzar a cuartos de final del Campeonato Mundial de Taekwondo, luego de enfrentarse a la representante de Azerbaiyán, Gunay Aghakishiyev.
El marcador final fue 8-3 a favor de Aghakishiyev, quien dominó con gran agilidad el duelo y sumando en cada momento a su favor, situación que no le favoreció a la mexicana Chávez, quien al mismo tiempo que acertaba un golpe, la rival aseguraba uno igual o hasta dos.
