México previene discapacidad visual

Mario cursa la primaria y vive en Cochoapa el Grande, en el estado de Guerrero, el municipio más pobre de México y Latinoamérica. Esta población no rebasa los 15 mil habitantes, 76% de ellos son analfabetas, 94% no tiene drenaje ni sanitario, y 6 de cada 10 habitan en viviendas sin energía eléctrica y sin agua entubada, reporta el Consejo Nacional de Población (Conapo).

Mario nunca antes había pasado por una revisión optométrica y era un niño sumamente retraído al que no le gustaba hablar con nadie. Sonreía poco; se relacionaba a distancia. El día en que un grupo de optometristas llegó a esta región de La Montaña de Guerrero él se escondió, hasta que lo convencieron de que era importante que se dejara ver por "los doctores de los ojos" y accedió.

Los licenciados en optometría de la fundación Ver Bien Para Aprender Mejor le aplicaron pruebas con lentes graduados a él y a otros 350 alumnos de esta comunidad; niños y adolescentes entre 6 y 18 años. El resultado: 221 de ellos requerían anteojos. Es decir sólo 57 de un total de 350 niños y adolescentes de primaria y secundaria de Cochoapa el Grande no requirieron anteojos.

Fueron como fundación, con sus 14 años de experiencia a cuestas, librando brechas a esta lejana población para realizar exámenes de detección gruesa, exámenes de detección fina, y la selección de armazones por parte de los niños. Esto con el objetivo afrontar la problemática que incide en el aprendizaje y en la deserción escolar de los alumnos con problemas de agudeza visual del estado de Guerrero y otros 30 estados del país.

El programa ha impactado en 720 municipios en el ciclo escolar 2011-2012, en este mismo período la fundación Ver bien para Aprender Mejor realizó 500 mil exámenes optométricos con el apoyo de la Secretaría de Educación Pública y los gobiernos de los estados. Realizó 240 mil anteojos en 11 mil escuelas públicas de 31 estados de la república mexicana.

La Secretaría de Educación Pública, por medio del programa Ver Bien para Aprender Mejor influye positivamente en el desempeño escolar del alumno. Un adulto también puede adquirir sus anteojos en la fundación por 495 pesos y así apoyar a dos niños de escuelas primarias o secundarias públicas del país.

 EVITAN DESERCIÓN Con base en un estudio representativo realizado por la Secretaría de Educación Pública en 1997, se mostró que aproximadamente 12.7% de la matrícula escolar en primarias y secundarias públicas tenían problemas de agudeza visual.

Un grupo de empresarios, en coordinación con la Secretaría de Educación Pública, decidió formar el programa Ver Bien para Aprender Mejor, para afrontar la problemática que incide en el aprendizaje y en la deserción escolar de alumnos con problemas de agudeza visual.

En el caso de Mario, detectaron un problema visual patológico por un virus que podría haberlo dejado ciego por falta de atención oportuna, así como astigmatismo, definido como una alteración a nivel corneal que genera imágenes distorsionadas tanto lejanas como cercanas. "Lo tratamos durante una semana, y al colocarle el armazón de pruebas con lentes graduados y encontrar su justa graduación, Mario comenzó a sonreír y a moverse inquieto como nunca antes lo había hecho; quizá precisamente porque no veía bien y esto lo excluía del mundo, sabemos que discapacidad y pobreza constituyen un círculo altamente vicioso", comenta Iván Romero, optometrista y coordinador de Salud Visual de esta fundación que preside el señor Ángel Losada Moreno.

 EL RECONOCIMIENTO DE UN MUNDO Otros niños de esta región que también pasaron por el examen de visión cercana y visión lejana, se sorprendieron de que los árboles tuvieran hojas, pues ellos (sin lentes) sólo veían la copa de los árboles como una mancha verde y el pasto como si fuera una alfombra, pero sin textura. Varios iban muy mal en la escuela, desertaban de manera prematura y se convertían en "riesgos futuros de vinculación con conductas violentas o delictivas", comenta Jorge Machado Cota, director general del fideicomiso de la fundación.

"Nuestro programa está transformando vidas, nos dedicamos a donar anteojos de calidad a los alumnos de primaria y secundaria de escuelas públicas cuyos alumnos padecen problemas de agudeza visual, con el fin de contribuir a disminuir el bajo rendimiento, la alta reprobación y deserción escolar, impulsando la igualdad de oportunidades en la población mexicana", señaló.

 DISEñOS PROFESIONALES Machado Cota, agregó: "Trabajamos con base en una metodología donde confiamos la salud visual de nuestros niños y jóvenes únicamente a optometristas profesionales certificados; y donamos anteojos de primera calidad, diseñados por el premiado Yves Behar y The Fuse Project en San Francisco, California quien los ideó especialmente para los niños mexicanos, considerando sus características físicas y ópticas, así como sus gustos".

En 2010 Yves Behar fue el diseñador más premiado a nivel mundial. El diseño de los lentes que dona esta fundación le trajo un premio internacional por su tecnología y diseño ergonómicos "a prueba de niños". Son lentes personalizados con un costo promedio de 170 pesos para la fundación. (Los menores de escuelas públicas los reciben de manera gratuita).

Con el apoyo de la Secretaría de Educación Pública y los gobiernos de los estados, a lo largo de más de una década, esta fundación ha realizado más de 8 millones de exámenes optométricos y donado más de 4 millones de lentes a los niños que lo necesitan sin que sus padres tengan que pagar absolutamente nada al obtenerlos, "esto gracias al apoyo de personas, empresas y fundaciones comprometidas con la educación", dice Machado.

"Se trata del programa de donación de lentes más grande del mundo: no hay otro igual, fabricamos mil 200 lentes diariamente y Brasil, África, la India, y Trinidad y Tobago, están interesados en adquirir el diseño cuya patente es mexicana", enfatiza Jorge Machado Cota.

 ¿CóMO SE TRABAJA? Los profesores de las escuelas públicas realizan un primer filtro (examen de detección gruesa) para identificar a los alumnos con posibles problemas de agudeza visual. En caso de presentar problemas de agudeza visual, estos alumnos avanzan hacia un examen de detección fina: (examen optométrico especializado que se realiza directamente en las escuelas por el equipo de optometristas de Ver Bien para Aprender Mejor).

Con el fin de atender problemas visuales para evitar la deserción escolar, el gobierno federal plantea entregar 3.2 millones de lentes a alumnos de educación primaria con problemas visuales y más de 128 mil aparatos auditivos a estudiantes de preescolar con lo que se espera reducir "riesgos futuros" de vinculación con conductas violentas. "Lo que buscamos es incrementar la retención en el sistema educativo e impactar positivamente en el aprovechamiento escolar", dice Xuh Tenorio, director general de Participación Ciudadana para la Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia.

Para llevar a cabo la estrategia de atención visual, la Secretaría de Gobernación trabajará de manera coordinada con la Secretaría de Educación Pública y la Fundación Ver Bien para Aprender mejor para que en el inicio del próximo ciclo escolar comiencen a atender a la población de alumnos que requieren lentes, concluyó Xuh Tenorio.