'Veo al equipo muy fuerte y seguro de hacer un buen papel', aseguró María Espinosa, doble medallista olímpica. (Jam Media)
El camino a Río 2016 inicia en el Mundial de Puebla. Lo saben los taekwondoínes mexicanos quienes, a 21 días para el inicio de la competencia, afinan detalles para ser los rivales a vencer.
En sus últimos días de entrenamiento en el gimnasio del Comité Olímpico Mexicano, los seleccionados no sólo trabajan el aspecto físico y sus estrategias, también dedican tiempo al aspecto sicológico.
"No a todos les cae bien el ser anfitriones. Los que tienen más experiencia lo utilizan a su favor, pero los más jóvenes pueden sentir presión por la localía. Desde que nos enteramos que seríamos sede del Mundial en febrero pasado, nos dimos a la tarea de trabajar el área mental", dijo Pedro Gato, entrenador nacional.
Las jornadas de trabajo han disminuido en cantidad, más no en calidad. Aunque ahora es una y no tres sesiones de entrenamiento, la exigencia es la misma, cuidando siempre la integridad física.
"Debemos evitar cualquier tipo de lesión, estamos a poco tiempo del inicio y no podemos arriesgarnos a tener bajas. Se sigue con el trabajo en tareas específicas para cada atleta", explicó Gato.
Idulio Islas, representante en la categoría de los 68 kilogramos, asume con responsabilidad el papel de anfitrión. "Es nuestro Mundial y debemos llegar en las mejores condiciones posibles. Tenemos una gran oportunidad para demostrar que México se mantiene como potencia en el taekwondo".