Escribo esto para tener un momento de lectura simple y quizá logre algo de reflexión.
Acabamos de vivir como nación un momento de siniestros naturales, no hay queja de los funcionarios públicos y gobernantes actuales, sin embargo, estos eventos dejaron claro que tenemos un gobierno de reacciones, corruptible y manipulable.
Digo esto porque quienes dieron seguimiento a los reportajes escucharon de algunos un punto recurrente, la urbanización descontrolada o mejor dicho “forzada” a favor de quienes dirigen una ciudad o estado y obtienen ingresos al hacer mal uso de las facultades que les representa un puesto público como: Cambios en el uso de suelo.
¿Quién cuestiona el proceder de un funcionario encargado de una dirección o institución, llámese municipal, estatal o federal. Cómo logran manipular información y cambiar normas, ¿está entonces toda una Institución permanente a merced de un funcionario pasajero que se sirve de su hueso?
La realidad pareciera que me dice que sí, porque hoy vivimos catástrofes naturales que reafirman el accionar corrupto de exfuncionarios que modificaron información, que ahora hace más grave el resistir a una irrupción de la naturaleza.
Acapulco, ciudad de grandes intereses por su playa, ubicación y visitantes, tiene la fortuna de tener atención de gente adinerada que desea construir viviendas en ese lugar y es tan infortunada de tener funcionarios públicos tan corruptos como instituciones débiles que nos desprotegen como ciudadanos de un mismo país, modificando estatutos, reglamentación y demás para favorecer a los intereses de quienes se presentan ante ellos como sus “ingresos extras”.
Vivimos en un país al estilo de un programa de hace años llamado “Big Brother” donde las reglas cambian, dependiendo de quién tenga el mando, porque no tenemos instituciones que sustenten el orden que debiera llevar una nación para su sano desarrollo.
Quisiera ver en el Pacto por México una reforma hacia la transparencia y rendición de cuentas de cada Institución, medidas que nos permitan confiar en un plan de crecimiento nacional, regulaciones hacia los directores que las manejan, de tal manera que entiendan que no son propias o negocios familiares, porque son: Instituciones públicas que dan fortaleza, orden y generan crecimiento hacia nuestro país.
Concluyo con la siguiente máxima: “Dentro de algunas décadas, la relación entre el ambiente, los recursos y los conflictos será tan obvia como la conexión que vemos ahora entre Derechos Humanos, democracia y paz” Wangari Maathai.
edgaralejandrogonzalezjimenez@yahoo.com.mx
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