Las tierras secas de México ocupan aproximadamente 101.5 millones de hectáreas, poco más de la mitad del territorio. De esta superficie, las zonas áridas representan el 15.7%; las semiáridas, el 58% y el 26.3% restante corresponde a las zonas subhúmedas secas, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
La Comarca Lagunera se encuentra entre las zonas semiáridas. La Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación calcula que entre el 71% y 75% de las zonas secas del mundo están desertificadas, lo que equivale a tres mil 600 millones de hectáreas (con excepción de los desiertos hiperáridos). En el caso de México, la degradación del suelo afectaría aproximadamente a 43.56 millones de hectáreas, es decir, 43% de las tierras secas, lo que equivale a 22.17% del territorio nacional.
En el marco del Día Internacional de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía, las Naciones Unidas hacen un llamado a todos los estados a tomar medidas para promover la preparación y resistencia ante la escasez del agua, la desertificación y la sequía. El lema de este año es "No permitas que nuestro futuro se seque".
A la desertificación contribuyen factores que se deben principalmente a la variabilidad climática y las actividades no sostenibles del hombre. Las formas más comunes de utilización no sostenible de la tierra son: el sobrecultivo, el pastoreo excesivo, la deforestación y las prácticas inadecuadas de riego.
Cuando la temperatura aumenta y permanece alta durante varios meses y las lluvias son raras e irregulares, la vegetación crece con dificultad.