El Heat sabe que es el rival a vencer en estos playoffs. Miami Heat no se duerme en los laureles de 2012
Hace un año, el Heat de Miami iba tras una meta: el campeonato de la NBA. Esta vez, todos van tras ellos.
Esa es la esencia de la filosofía que el entrenador Erik Spoelstra predicó a su equipo desde septiembre, incluso antes de la primera práctica de la pretemporada. Sólo cuatro equipos desde 1969, y cinco en la historia de la liga, han ganado títulos consecutivos, una muestra que repetir como campeón es mucho más difícil que ganar el primer trofeo.
Ese es el reto que encara Miami desde el domingo, cuando reciba a los Bucks de Milwaukee en el primer partido de su serie de primera ronda de los playoffs de la Conferencia del Este.
"Sólo un pequeño grupo ha ganado (títulos) consecutivos, porque tienes que tener la misma persistencia", comentó el escolta del Heat, Dwyane Wade. "Tuvimos esta persistencia el año pasado, cuando superamos cualquier cosa que nos sucediera. Íbamos a ganar ese campeonato, fuese como fuese. ¿Tenemos esa misma determinación de nuevo? Esa es la incógnita".
Encontrar esa fuente de motivación puede ser el gran reto del Heat esta temporada.
Miami tuvo el mejor récord de la liga, 66-16, con una racha de 27 triunfos que es la segunda más larga en la historia de la NBA. Ganaron 40 partidos por al menos 10 puntos, y culminaron la campaña regular con ocho victorias al hilo a pesar de jugar muchos de esos partidos sin Wade, LeBron James y Chris Bosh.
James se ausentó de varios encuentros por molestias en la corva derecha, lo que le ayudó a tomarse un descanso que dijo que ni siquiera él sabía que necesitaba.
"Cuando haces lo mismo todos los días, por los últimos dos años y medio, necesitas algo que te haga extrañarlo, volver a amarlo", filosofó James. "Es como estar con tu esposa todos los días. Te vas de gira por unos cuantos días y la amas y la extrañas mucho más cuando la vuelves a ver. Estoy emocionado por esta postemporada. Tuve una oportunidad de estar alejado de la cancha, no jugar tanto como estoy acostumbrado en la recta final.