Mientras más raro, ¿más bello?
El semen de toro, el chocolate, la baba de caracol y la cerveza, tienen un factor común que cada vez cobra mayor popularidad entre la gente, todos son tratamientos de belleza inusuales.
Desde hace varios siglos, las sociedades de todo el mundo tienen sus propias formas de alcanzar la «belleza». Son tratamientos o procedimientos que tienen que ver con temas religiosos, aspiraciones físicas o simple vanidad.
Por ejemplo, en la Europa de la Edad Media comenzaron a utilizarse las sanguijuelas para actividades médicas como la extracción de sangre de algunas zonas del cuerpo, con el objetivo de liberar presión de posibles coágulos, moretones o hasta dolores. No pasó mucho tiempo para que estos gusanos chupadores de sangre empezaran a usarse bajo la creencia de que relajaban los músculos, retiraban enfermedades y brindaban belleza.
Según algunas narraciones, la historia de los tratamientos inusuales de belleza se remonta a otros tiempos y lugares, como cuando la reina egipcia Cleopatra, tomaba largos baños de miel y leche tibia para mantener su piel suave, limpia y con un buen aroma.
Con el paso del tiempo, algunas prácticas se fueron difundiendo y haciendo populares, a tal grado que hoy existe una lista enorme de tratamientos para obtener belleza a base de objetos, ingredientes y sustancias sacadas prácticamente de cualquier lugar. Algunos de estos tratamientos son a base de elementos tradicionales, mientras que otros simplemente apelan al elemento novedoso, por ejemplo los llamados «baños de cerveza».
PARA BEBER... Y BAÑARSE
En países como Alemania, República Checa, Polonia y Holanda, un «baño de cerveza» ya puede ser solicitado en los spa más exclusivos. Los clientes se recuestan en una tina donde se les cubre con aguas minerales y cerveza espumosa. El supuesto beneficio de estos baños se da debido a que la espuma y los minerales favorecen la circulación, además de limpiar la piel y prevenir imperfecciones.
PEDICURA CON PECES
Desde hace varios años, en Europa y Estados Unidos se realizan pedicuras o limpiezas sencillas en los pies con pequeños peces vivos. Este tratamiento consiste en sumergir los pies hasta los tobillos en pequeñas peceras, lo cual hará que toda la piel muerta, callos y otras irregularidades sirvan como alimento para los pececillos, mientras los clientes experimentan una sensación de relajación.
MASAJES EXTREMOS
Hay muchas formas de dar masajes, por ejemplo en Asia es común pararse sobre la espalda de otra persona. En otros países se aplican aceites o piedras calientes, pero en algunos centros de belleza de Australia y Estados Unidos se utilizan serpientes vivas. La operación consiste en colocar entre cinco y quince serpientes en la espalda, piernas y cadera de quienes solicitan este tipo de masajes con reptiles. Generalmente no se utilizan serpientes venenosas, pero existen algunas recomendaciones que deben atenderse antes de establecer contacto con los animales.
LAS MASCARILLAS NO SE QUEDAN ATRÁS
De lo más popular para relajar y limpiar la cara, están las mascarillas de aguacate con pepino, las de aceites minerales y las de chocolate, pero desde hace algunos años la gente ha ido creando innovaciones en estos campos.
Desde Japón han llegado las llamadas «mascarillas de baba de caracol», tratamientos en los que se aplican concentrados de esta sustancia en todo el rostro y cuello. También hay otras modalidades donde se colocan caracoles vivos sobre la piel de los usuarios.
Quienes promueven este tipo de terapias, aseguran que la baba de caracol contiene propiedades «naturales» que ayudan a dar elasticidad a la piel, prevenir arrugas y eliminar el acné. Otra opción es la mascarilla de oro, dirigida a quienes estén dispuestos a gastar más de 300 dólares en una sesión de cinco minutos. Generalmente, se colocan delgadas láminas de oro sobre la cara, con el objetivo de aprovechar sus propiedades aclarantes y darle un mejor aspecto a la piel.
No obstante, algunas asociaciones médicas y de cosmetología, aseguran que no existe una relación entre el tono de la piel y este metal, o que incluso esta mascarilla puede causar daños debido a la falta de oxigenación de la piel cuando se realizan sesiones prolongadas, lo cierto es que cada vez son más populares debido a cuestiones de estatus y moda.
Entre otras alternativas inusuales, están las mascarillas de excremento de ruiseñor y veneno de serpiente, en este último ejemplo se asegura que las toxinas de las serpientes ayudan a retardar la aparición de arrugas, además de eliminar las famosas líneas de expresión.
Sobre los ruiseñores se dice que debido a su dieta rica en hierbas e insectos, esta mascarilla ayuda a mantener la cara limpia e hidratada. Incluso, existen algunas cremas con «proteínas de placenta» que han empezado a comercializarse en ciertas ciudades de la Unión Americana. Al igual que con la baba de caracol, se dice que esta mascarilla tiene efectos rejuvenecedores contra las arrugas.
SEMEN PARA EL CABELLO Y LA CARA
Algunas mujeres recurren al semen para mejorar su cutis, el cual es aplicado a manera de mascarilla, ya que al secarse produce una sensación de tirantez; sin embargo, no hay estudios que demuestren las propiedades embellecedoras de este fluido humano.
No obstante, el semen de toro también se ha convertido en un ingrediente en los salones de belleza, al menos en países como Londres. Por algunos cientos de dólares, las mujeres pueden aplicarse esta singular sustancia en todo el cabello, bajo la premisa de que las proteínas del semen de toro ayudan a dar brillo, evitan las puntas abiertas y previenen la calvicie. Al igual que las mascarillas, este tratamiento no ha sido declarado científicamente como un auxiliar efectivo en el cuidado capilar.
DOLOROSOS
En marzo de 2013, la estrella de reality show, Kim Kardashian, compartió en redes sociales una fotografía donde mostraba lo último en tratamientos faciales, el «vampiro». El facial consiste en sacar algunos mililitros de sangre de los brazos y piernas, para inyectarlos unos segundos después directamente en el rostro, creando un efecto de relleno.
Estos procedimientos no han sido certificados por ningún organismo médico, incluso se han realizado advertencias al público para no aplicar estos tratamientos en cualquier sitio, ante el riesgo de infecciones u otras enfermedades.
PARA VALORAR
Desde hace varios años, especialistas y miembros de la Fundación Mexicana para la Dermatología, han hecho diversos llamados para evitar comprar tratamientos con «pseudoprofesionales». Algunas recomendaciones son revisar instalaciones, certificaciones y antecedentes de todos los lugares y personas que ofrezcan servicios de belleza.
Una de las principales alertas se enfoca en la posibilidad de reacciones alérgicas a ciertas sustancias, o incluso intoxicaciones con elementos dañinos como el mercurio, amoníaco y los ácidos.
Los especialistas en temas cosméticos y médicos, avalan cada uno de los productos de belleza después de realizar estrictas revisiones. Los productos o procedimientos que no son sometidos a estos procesos podrían poner en riesgo la salud o seguridad de las personas. Más allá de la moda es necesario tomar en cuenta el tema de la utilidad real, para no entregar el dinero y la salud a tratamientos peligrosos.
Correo-e: riturriaga@elsiglodetorreon.com.mx