Christian Mijares. (Archivo)
Cristian Mijares disfruta del éxito conseguido tras un excelente 2012 en el que ganó las tres peleas que sostuvo, dos de ellas por nocaut, siendo la más significativa y que lo regresó a la élite boxística la que afrontó ante Rafael Márquez en octubre pasado.
Hoy, el boxeador oriundo de Durango pone la mira en el título mundial Supergallo, mismo que espera disputar en abril próximo ante el jalisciense Víctor Terrazas.
“Fue un 2012 excelente, mi última pelea en octubre contra Rafael Márquez que ganamos, nos clasificamos número dos del mundo en Supergallo y ahora (estoy) esperando la hora para ir por ese título”, asegura Christian mientras piensa en qué lugar le gustaría buscar el cinturón.
“Todo mundo se imagina pelear un título mundial en Las Vegas, pero en nuestro país también podemos hacer eventos de esta magnitud y a mí me encantaría que fuera en México (En la Arena Ciudad de México)”, dijo.
“El Diamante lagunero” ha dejado en el pasado la racha que lo hizo caer en tres peleas consecutivas hace un tiempo (Vic Darchinyan por nocaut; Nehomar Cermeno por decisión dividida y unánime, respectivamente), mismas que le dejaron grandes enseñanzas que ahora utiliza a su favor.
“Vengo renovado, con muchas ganas y con la experiencia de haber sido campeón del mundo tres veces en Supermosca y ya sabemos lo que es estar arriba y estar abajo. He ganado mucha experiencia con las derrotas que he tenido, (estoy) con muchas ganas de ser campeón del mundo otra vez y de quedarnos ahí un buen rato”.
Consciente de la responsabilidad que tiene un boxeador con las nuevas generaciones, Mijares también ha dejado atrás la fama que en alguna ocasión lo hizo perder el piso.
“Es un peso muy grande el ser un ejemplo para los jóvenes, tenemos que llevar una carrera muy limpia, de mucho sacrificio y mucho esfuerzo; tenemos que irnos siempre por la línea para que los chavos vean ese ejemplo y nos sigan en todo”, concluyó.