Las líneas paralelas no se juntan ni aunque se prolonguen hasta el infinito.
Eso lo saben bien los matemáticos.
Lo que nadie sabe es que cada línea es en verdad dos líneas paralelas a las que el amor unió de tal manera que de las dos hizo una.
No necesitan las líneas paralelas prolongarse hasta el infinito para unirse.
Lo único que necesitan es prolongarse en el amor.
El amor une a quienes se aman.
Los une hasta el infinito.
Y hace de los dos un infinito.
¡Hasta mañana!...