El Señor trabajaba con afán.
Le preguntó el Espíritu:
-¿Qué haces?
Respondió el Creador:
-Estoy dándole forma a la primavera.
-Veo que ya casi la tienes terminada -comentó el Espíritu-. Y es hermosa.
-Sí -dijo el Señor-. Lástima que algunos poetas escribirán sobre ella malos versos. Con eso le quitarán belleza.
-No olvides -le recordó el Espíritu- que tú también hiciste a los poetas.
-Es cierto -reconoció el Creador-. Y a algunos me gustaría deshacerlos.
¡Hasta mañana!...