Primero fue Adán, desde luego.
El hombre.
Luego fue Eva.
La mujer.
Pasados muchos años vino Shakespeare.
Y con él fueron todos los hombres y todas las mujeres.
Vio el Señor lo que Shakespeare había hecho y dijo:
-De Creador a creador, siento un poco de celos de este hombre.
¡Hasta mañana!...