Después de 50 años de inútiles esfuerzos John Dee encontró por fin la piedra filosofal, que convertía en oro cualquier materia que tocaba.
A nadie reveló su secreto. Por la noche hacía un poco de oro; sólo un poco. Al día siguiente lo vendía, y con el dinero compraba pan y lo repartía entre los pobres.
Todos los días hacía eso. Así, no tardó en saberse la verdad: John Dee había descubierto el secreto de la piedra filosofal.
-¡Maravilloso! -le dijo alguien-. ¡Hiciste el milagro de convertir en oro cualquier cosa!
-Otro milagro mayor hice -respondió John Dee-. Hallé el secreto de convertir el oro en pan para quienes no lo tienen.
¡Hasta mañana!...