Jean Cusset, ateo con excepción de la vez que estudió Biología, dio un nuevo sorbo a su martini y continuó:
-Por desgracia la concepción religiosa de la mujer se finca en buena parte en la culpa de Eva, a quien se atribuye la caída del género humano. A partir de ella la mujer es vista como ocasión de pecado para el hombre, como puerta que lleva a la condenación.
-La mujer -siguió diciendo Jean Cusset- es mirada por ciertos hombres de religión con recelo y temor. Tiempo vendrá en que la mujer no sufrirá ya menoscabos por causa de ideas religiosas. Tiempo vendrá en que algunas religiones no le darán ya la espalda a la verdad de la naturaleza.
Eso dijo Jean Cusset. Y dio el último sorbo a su martini. Con dos aceitunas, como siempre.
¡Hasta mañana!...