Clamó un predicador en su sermón:
-¡Huid de las tentaciones de la carne!
Sus feligreses comentaron al salir del templo:
-Es un gran predicador.
Dijo otro predicador en su sermón:
-Vuestros vestidos y vuestros zapatos están hechos con las vidas de trabajadores a quienes no se les paga un salario justo. Aquí el pan es muy caro, y la carne y la sangre del hombre muy baratas.
Sus feligreses comentaron al salir del templo:
-Está loco.
¡Hasta mañana!...