Por estos días me hago una pregunta: si es verdad eso de que "Una golondrina no hace verano", ¿cuántas golondrinas se necesitan para hacerlo?
Espero que no muchas. Las avecillas van escaseando cada día más. Antes la primavera las traía en abundancia. Revolaban por bandadas en la Plaza de Armas de mi ciudad, Saltillo, y una pareja de ellas hacía cada año su nido en la cochera de mi casa. Ahora veo muy pocas en torno de la airosa catedral, y desapareció ya el nido en mi cochera.
Ojalá no sean necesarias muchas golondrinas para hacer el verano. Si no hay estío tampoco vendrán el otoño y el invierno. Espero entonces que queden todavía muchas golondrinas. O al menos las necesarias para mantener el orden natural.
¡Hasta mañana!...