El Funcionario del Estado se dignó preguntarle al señor equis:
-¿Cómo ves la realidad?
El señor equis se atrevió a responder sinceramente:
-La veo oscura, sombría, llena de nubarrones de tormenta.
El Funcionario del Estado le dijo:
-No ves bien. La realidad es ahora otra. Es clara y transparente.
Ayer emitimos un Decreto en el cual se le ordenaba a la realidad que se despejara. Por fuerza debe haber obedecido.
El señor equis ya no dijo nada, pero pensó que la realidad era muy desobediente.
¡Hasta mañana!...