En aquellos discípulos Hu-Ssong dijo a su tiempo:
-La amiba es una de las más elementales formas de la vida. Sin embargo, si separamos a una amiba de su grupo veremos en el microscopio cómo lucha por regresar a él.
-Lo mismo entre los hombres. Ninguno puede estar separado de los otros; todos necesitamos del calor que sólo nuestros semejantes pueden dar. Lo antiguos anacoretas que se apartaban de los hombres -y sobre todo de las mujeres- para buscar a Dios atentaban contra una ley de humanidad que nos lleva a buscar en los humanos el fin y justificación de nuestra vida.
-Nada de lo que hagamos -concluyó Hu-Ssong- tendrá sentido si no lo hacemos con nuestro prójimo y para nuestro prójimo. La palabra "nosotros" tiene más letras que la palabra "yo".
¡Hasta mañana!...