John Dee llamó a sus estudiantes y les dijo:
"Miren el mar, el mismo siempre, nunca igual.
"Miren el cielo, cuyas nubes nos miran y dicen luego con acento triste: '¡Cómo pasan!'.
"Miren la tierra, tan llena de vida que va hacia la muerte; tan llena de muerte que va hacia la vida.
"Miren el crepúsculo de la mañana, y luego el de la tarde. Miren el Sol de los hombres y de los sacerdotes; la Luna de las mujeres y de los poetas; las estrellas de los niños y de los que escriben cuentos.
"Miren las flores, las aves, los árboles, el río y la montaña...".
Así dijo John Dee. Y concluyó:
"Ésta es palabra de Dios".
¡Hasta mañana!...