Jamás se había visto en la comarca un unicornio.
Cierto día apareció uno. Era, como los sueños de una virgen, blanco, y tenía en la frente un largo cuerno de marfil.
Ningún otro unicornio había en el mundo. Por eso todos los caballos de la Tierra se juntaron para verlo. Desfilaron frente a él. Unos lo veían con admiración; otros con miedo; con envidia todos. Exclamaron:
-¡Qué raro es! ¡Tiene un cuerno!
También el unicornio vio a los caballos. Después de verlos dijo para sí, asombrado:
-¡Qué raros son! ¡No tienen cuerno!
¡Hasta mañana!...