El Funcionario del Estado hizo llamar al señor equis y le dijo:
-Tendrás que defenderte por ti mismo.
El señor equis se angustió. Preguntó, tembloroso:
-¿De qué?
Le contestó El Funcionario:
-De todo y contra todos. Lo mismo de los delincuentes que de los que están arruinando tu negocio con sus
plantones.
El señor equis se atrevió a preguntar con débil voz:
-¿También contra Usted tendré que defenderme por mí mismo?
¡Hasta mañana!...