Dice el Génesis que la serpiente tentó a Eva.
La verdad, sin embargo, es bien distinta.
La mujer se aburría en el paraíso, y supo que fuera de él habría muchas cosas buenas, y una vida bastante disfrutable.
Buscó entonces a la serpiente y le dijo:
-Si me ofreces la manzana serán abiertos tus ojos y serás como Dios; conocerás el bien y el mal.
La serpiente cayó en la tentación y le ofreció a Eva la manzana.
El resto de la historia ya se sabe.
¡Hasta mañana!