La Virgen de Guadalupe forma parte esencial del ser de México y de lo mexicano.
Ya podrán los eruditos debatir sobre las apariciones de la Guadalupana: En su inmensa mayoría el pueblo cree en ellas, y cada año, en este día, le declara su amor a la Señora.
Yo soy parte de ese pueblo, no de los eruditos. Cuando se trata de la Morenita mi fe es la del carbonero. Así, esta mañana le dije: "Buenos días, paloma blanca, hoy te vengo a saludar...".
En mí se hizo el milagro de la fe. No lo merezco, claro -jamás mereceré ningún milagro-, pero no sufro la orfandad que sufriría si no creyera. "La Virgen de Guadalupe te cubra con su manto", me decía la madre de mi madre al salir yo de su casa. Así he ido por la vida, bajo ese manto protector, y así -lo espero- iré hasta el final.
"Buenos días, paloma blanca..."
¡Hasta mañana!