El Funcionario del Estado hizo llamar al señor equis y le dijo:
-Pagarás un Impuesto sobre tu aguinaldo.
El señor equis se inquietó, pues El Estado aún no le había dado su aguinaldo y ya debía pagar un impuesto sobre él.
-Seguidamente -continuó El Funcionario- deberás pagar un Impuesto sobre el Impuesto por recibir tu aguinaldo.
El señor equis no pudo contener un sollozo: Todo el dinero que tenía para la Navidad se le iba a ir en pagar esos impuestos.
-Si no quieres pagarlos-aclaró El Funcionario-, puedes pedir que no te demos tu aguinaldo. Entonces el único Impuesto que tendrás que pagar será el que se cobra a los que piden que no les entregue su aguinaldo.
El señor equis se echó a llorar. Llorando pasará la Navidad.
¡Hasta mañana!...