En aquellos discípulos dijo Hu-Ssong a su tiempo:
-Cierto día se encontraron el hombre más sabio del mundo y el hombre más ignorante del mundo. Dijo el hombre más sabio del mundo:
-Soy inmensamente sabio. No hay en toda la redondez del globo quien sepa más que yo. Tú, en cambio, eres el hombre más ignorante de la Tierra.
-Si eres tan sabio -contestó el ignorante-, responde a estas dos preguntas: ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos?
El hombre sabio, que entre sus sabidurías tenía la de ser honesto, respondió:
-Eso no lo sé.
Y dijo el ignorante:
-Entonces, aunque yo no sea tan sabio como tú en las cosas pequeñas, en las cosas grandes eres tan ignorante como yo.
¡Hasta mañana!...