Para quienes buscamos entender la economía global y los acontecimientos financieros así como tratar de visualizar el destino de los negocios en sus diferentes actividades, ya no es suficiente comprender lo que ha sucedido en Estados Unidos, Europa, Japón y últimamente el comportamiento de China. La economía, dicen los clásicos, es esencialmente social; cada cultura asume la economía de una manera diferente, en el cotejo entre varias de ellas las transacciones y relaciones económicas pueden llegar a ser como el día y la noche. Es esencial entonces, atender las particularidades nacionales-regionales para construir recetas para el desarrollo.
Cuando estamos actualmente desalentados por el bajo crecimiento de nuestro país y lo que es peor ante un panorama negativo, se debe poner en práctica los comentarios del párrafo anterior y evitar continuar con la misma inercia que seguimos en cada sexenio.
Tenemos el caso que para las actuales generaciones, la tecnología de la información como elemento fundamental en el proceso de mundializar está teniendo un impacto contundente en especial en las carreras profesionales para posteriormente llevarlas a la práctica; un ejemplo de regionalizar la cultura empresarial o la vocación en cada región, lo tenemos en Querétaro que en los últimos cinco años se consolidó como el destino más atractivo para la inversión extranjera en la industria aeronáutica. Su ubicación geográfica, su infraestructura y la integración con universidades lo apuntalan como el clúster de más valor en el país. Por cierto, ¿no valdrá la pena realizar en la Comarca Lagunera un estudio a profundidad que nos permita visualizar cuál es la vocación a futuro de nuestra región?
Debemos analizar y comprender también lo que está sucediendo con las economías de los mercados emergentes; es decir, entender sus condiciones actuales ya que incluyendo a nuestro país no son los mismos de hace unos cuantos años, las condiciones han cambiado rápidamente en sus comportamientos económicos y financieros y por ende en la concepción de las diversas actividades productivas. Con mayor razón cuando estamos finalizando el primer año del Gobierno que encabeza Peña Nieto, ya que independientemente de su popularidad aún no se reflejan realizaciones contundentes; es cierto, se tienen diversas reformas que están en proceso y que no tenemos la certeza de que cristalice formalmente, por lo que no es de extrañar que se está llegando al primer informe en medio de conflictos.
Debemos plantearnos la competencia y productividad como un asunto maduro y negociado con inteligencia. México con sus diferentes regiones debe caminar mucho para alcanzar el nivel de otras naciones desarrolladas, elegir qué receta nos conviene de acuerdo a las características en los diferentes estados.