El sacerdote italiano Baldo Santi, quien al frente de la organización humanitaria Cáritas Chile fundó en este país sudamericano la primera clínica para enfermos de Sida, murió a los 92 años de edad, informaron fuentes oficiales.
El vocero de la Conferencia Episcopal, Jaime Coiro, anunció a través de la red social Twitter el deceso del religioso de la Orden de los Clérigos Regulares de la Madre de Dios, quien en la década de los años 90 recibió la nacionalidad chilena por gracia.
Ubaldo Santi Lucherini nació en 1921 en Braga, Italia, y llegó a Chile en 1946, donde 10 años más tarde comenzó a trabajar en la sede local de Cáritas, donde desarrolló diversas actividades solidarias por 47 años, en ayuda de las personas más necesitadas.
En el marco de su compromiso social, Santi fundó la Clínica Familia, que en tiempos que en el país existía fuerte desconocimiento del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida), comenzó a trabajar en la prevención y cuidado de personas con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).
Su lucha por los más desfavorecidos del país sudamericano le valió el reconocimiento del Estado chileno, que le otorgó la nacionalidad chilena por gracia durante el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle (1994-2000).
La muerte del religioso generó conmoción y dolor en diversos sectores sociales, políticos y religiosos de Chile, que coincidieron en destacar el compromiso social de Santi.
"Para mi generación, era el sinónimo de la solidaridad de la Iglesia católica en los años 70. Era una persona bellísima, es una pérdida muy grande", declaró a una radio local el senador opositor Jorge Pizarro, del Partido Demócrata Cristiano (PDC).
El director de América Solidaria, Benito Baranda, dijo por su parte que Santi “entregó su vida a Chile, entregó su energía, sus recursos, su amor por Jesucristo, es un hombre que vivió de manera modesta y sencilla".
Recordó, por ejemplo, cuando el religioso “empezó a trabajar con las personas con VIH, el rechazo que tuvo y cómo fue capaz de sostenerse con esa fortaleza interior que le daban sus compañeros de comunidad, su congregación, la misma oración permanente de él”.
El cuerpo del sacerdote italo-chileno es velado desde este viernes en la capilla del Seminario San Juan Leonadi, en la capital chilena, y será sepultado el próximo domingo.