Muere. Ambulancia que carga el cuerpo de Margart Thatcher para que sea cremado.
Margaret Thatcher, la exprimera ministra británica que transformó la economía de su país y encabezó la guerra en que Gran Bretaña derrotó a Argentina al recuperar las islas Malvinas, falleció. Tenía 87 años.
Su exportavoz Tim Bell dijo que la estadista conocida por amigos y rivales como "la Dama de Hierro" murió ayer lunes por la mañana de una apoplejía.
En memoria de la exgobernante, las banderas fueron puestas a media asta en el Palacio de Buckingham, el parlamento y Downing Street, la residencia del primer ministro. El gobierno británico dijo que Thatcher recibirá un funeral ceremonial con honores militares. Se desconocía de momento la fecha en la que se efectuará esta ceremonia.
La reina Isabel II autorizó que el funeral ceremonial, un nivel abajo de un funeral de Estado, se efectúe en la Catedral de St. Paul, en Londres. Después del servicio, Thatcher será cremada en privado. Al enterarse de la noticia, el primer ministro David Cameron interrumpió una gira por España y Francia.
Durante 11 años como primera ministra, Thatcher encontró un socio ideológico y político en el presidente estadounidense Ronald Reagan, transformó su país con una gran dedicación al libre mercado y enfureció a sus aliados europeos.
Logró imponer su criterio de gobernante en una nación vocinglera y prácticamente arruinada, poniendo coto al poderío de los sindicatos y ganando una guerra contra la Argentina en el Atlántico Sur por las islas Malvinas, además de vender las ruinosas empresas estatales con gran celeridad, dejando un gobierno más ágil y una nación más próspera para cuando un motín en su Partido Conservador le obligó a salir de su residencia oficial de Downing Street.
Para sus admiradores, Thatcher fue la salvadora que evitó una ruina cierta para Gran Bretaña y cimentó su extraordinaria recuperación económica. Para sus detractores, era una persona sin piedad alguna que entronizó una era de avaricia que castigó a los más necesitados y redobló el patrimonio de los que ya más tenían.
"No nos engañemos, era una personalidad muy divisiva", dijo Bernard Ingham, el secretario de prensa de Thatcher durante todo su mandato. "Era una verdadera y dura luchadora. Una patriota con un gran amor por su país, y elevó la percepción de Gran Bretaña en el extranjero".
Thatcher fue la primera - y aún la única - primera ministra en la historia de Gran Bretaña. Sin embargo, con frecuencia le cansaba el feminismo y no dudaba en usar su bolso como símbolo para ilustrar su poderío y estilo. Hija de un bodeguero, llegó a la cumbre del engreído sistema social británico a base de sudor y empeño, y contemplaba una sociedad sin clases ni alcurnia que premiara la diligencia y la determinación de triunfar.
En 1974, Thatcher dijo al diario Liverpool Daily Post que no creía que una mujer sería la líder de su partido o primera ministra en toda su vida.
Empero, una vez en el poder nunca vaciló ni por un breve instante.
Además, Thatcher podía ser una figura intimidatoria para los que trabajaban con ella.
La diplomacia británica respiró aliviada cuando en su primera visita oficial a Washington como primera ministra, Thatcher se relajó lo suficiente para beber un vaso de whisky y media copa de vino durante un almuerzo en la embajada, según los documentos oficiales.
Al igual que Reagan, uno de sus mejores amigos y admiradores, Thatcher parecía motivada por la inquebrantable creencia de que el mercado libre permitiría un país mejor que la dependencia de un gran gobierno central. Otra faceta que compartía con el presidente estadounidense era una tendencia a reducir los problemas a su esencia más simple, eligiendo el método para solucionarlos y seguirlo hasta el final, sin considerar la oposición que pudiera encontrar.
Su amistad con "Ronnie", como llamaba a Reagan, fue legendaria, hasta el punto de que algunos consideraron una especie de enamoramiento adolescente. Empero, no se retractaba cuando no concordaba con Reagan en asuntos importantes, pese a que Estados Unidos era un socio mucho más rico y poderoso en la llamada "relación especial".
Thatcher se encontraba en su momento de mayor influencia cuando Gran Bretaña encaró un desafío bélico con Argentina.
El mundo lamenta su muerte
El presidente estadounidense, Barack Obama, sostuvo ayer que la exprimera ministra británica Margaret Thatcher, fallecida a los 87 años, fue una "campeona de la libertad" y una "verdadera amiga" que defendió "sin complejos" la alianza entre el Reino Unido y Estados Unidos.
Por su parte, el expresidente soviético, Mijaíl Gorbachov, afirmó fue "una gran política y una persona brillante", tras conocer la noticia del fallecimiento de la exprimera ministra británica. "Quedará para siempre en la historia y en nuestra memoria", dijo el último líder soviético en declaraciones a la agencia Interfax. Gorbachov destacó que Thatcher era una política cuyas palabras tenían "gran peso" y que la noticia de su fallecimiento es una "triste nueva". En tanto, el secretario general de Naciones Unidas (ONU) Ban Ki-moon lamentó el fallecimiento de Margaret Thatcher a quien reconoció por su gran liderazgo y por su contribución a la paz y la seguridad. "Thatcher fue una líder pionera por su contribución a la paz y la seguridad, en particular en el apogeo de la Guerra Fría", destacó Ban quien se encuentra en visita oficial en La Haya, Holanda.
Sin embargo, el Gobierno argentino ha mantenido un escrupuloso silencio sobre la muerte de la exprimera ministra del Reino Unido Thatcher, la mujer que declaró la guerra y venció a Argentina por la soberanía de las islas Malvinas, en 1982. Cristina Fernández, mantuvo una intensa actividad en una conocida red social para intercambiar impresiones con víctimas de las recientes inundaciones que han azotado la provincia de Buenos Aires y anunció varios proyectos para reformar la Justicia, pero no mencionó a la fallecida dirigente británica.