Al menos 10 personas murieron, entre ellos cinco soldados y cinco policías iraquíes, en dos incidentes por separado registrados en Bagdad y Mosul, 24 horas después de que una ola de atentados dejó más de 60 decesos.
En Tarmiya, en el norte de Bagdad, cinco soldados fallecieron y otros siete han resultado heridos a primera hora de este miércoles tras la explosión de tres bombas cuanto pasaba una patrulla del ejército iraquí, según informó la agencia iraquí de noticias NINA.
"Las fuerzas de seguridad bloquearon el área de la explosión y trasladaron a los heridos al hospital para recibir tratamiento", concluyó la fuente.
En Mosul, en la provincia de Ninive, en el norte de Irak, cinco policías murieron y cuatro civiles resultaron heridos luego que un atacante suicida hizo estallar un coche bomba enfrente del cuartel general de la policía.
Los ataques han tenido lugar apenas un día después de que 67 personas murieran en una serie de atentados perpetrados con coche bomba en varios distritos de mayoría chiita de la capital iraquí.
Las explosiones de este martes afectaron 11 vecindarios distintos, en los que murieron más de 50 personas en un lapso de menos de dos horas.
A última hora del martes se reportó un ataque en la ciudad de Latifiya, a 40 kilómetros al sur de Bagdad, en el que murieron 18 miembros de una misma familia chiita a manos de varios hombres armados que irrumpieron en dos casas vecinas.
Las matanzas ocurren en medio de una intensificación de la violencia en momentos en que la insurgencia intenta aprovechar una exacerbación de las tensiones sectarias y étnicas.