Violencia. Numerosas personas se concentran en el lugar donde se produjo una explosión, en la ciudad de Trípoli, Líbano.
La cifra de víctimas que dejó un doble atentado con coche bomba en la ciudad libanesa de Trípoli, en el norte del país, se elevó a 42 muertos y más de 400 heridos, mientras el gobierno advirtió una escalada de la violencia.
El reciente balance oficial de los ataques, ofrecido ayer viernes por fuentes de seguridad, llegó en medio de fuertes condenas de la cúpula política libanesa y de la comunidad internacional, reportó el diario local The Daily Star.
El ministro libanés de Defensa, Caretaker Ghosn, declaró a la prensa estatal que los coches bomba continúan suponiendo una amenaza real para el país, al advertir de la presencia de un esquema terrorista que está organizando ese tipo de ataques.
Ghosn atribuyó el doble atentado a los mismos responsables del ataque ocurrido hace una semana en Ruwaiss.
Dos coches bomba estallaron, con una diferencia de un par de minutos, frente a las mezquitas al-Taqwa y al-Salam cuando cientos de fieles salían de esos santuarios tras concluir las oraciones musulmanas vespertinas.
Aunque ningún grupo extremista ha reivindicado ambas explosiones, fuentes de seguridad indicaron que estarían vinculadas al conflicto armado en la vecina Siria, ya que el jeque Salem Rafei, de la mezquita al-Taqwa, era el blanco del atentado en ese lugar.
Rafei, un firme opositor al presidente sirio Bashar al-Assad y quien hace dos meses pidió a sus seguidores combatir a las fuerzas del régimen, había terminado su sermón cuando se produjo el fuerte estallido ante las puertas del recinto.
A detalle
⇒ El doble atentado enfureció a los seguidores de los dos predicadores salafistas.
⇒ Políticos llamaron a la calma para evitar una escalada violenta, luego de que el jeque Dai al-Islam al-Shahal, fundador del movimiento salafista de Líbano, acusó al régimen sirio del doble ataque.