Daños. El supermercado de la marca Chango Más fue saqueado en medio de la protesta de huelga de la policía provincial de la ciudad de Tucuman.
Los violentos saqueos y disturbios iniciados en la ciudad argentina de Córdoba hace una semana se extienden ahora por gran parte del país y dejan ocho muertos, en medio de las protestas de policías que reclaman un aumento salarial.
Numerosos negocios de Resistencia, la capital provincial del Chaco (norte) amanecieron con sus vidrieras rotas, estanterías vacías y suelos cubiertos de mercancías descartadas, tras los saqueos colectivos en los que fallecieron dos personas, entre ellas un subcomisario de Policía, informó el gobernador, Juan Carlos Bacileff Ivanoff.
Bacileff Ivanoff aseguró que otras dos víctimas reportadas por los medios de comunicación no tenían relación directa con los robos.
La escena se repitió también en las provincias norteñas de Tucumán, donde se registraron otras dos víctimas fatales, y en Jujuy, con un fallecido.
El auge de los saqueos y el conflicto policial han empañado el trigésimo aniversario de la democracia ininterrumpida en Argentina, que se celebró ayer, y líderes opositores pidieron suspender los festejos públicos de ayer por la tarde, que la presidenta argentina, Cristina Fernández, resolvió realizar de todos modos.
"No soy ingenua, no creo en las casualidades, tampoco creo en los contagios. Algunas cosas que pasan en Argentina, en determinadas fechas, no son por contagio, son por planificación, con precisión quirúrgica", añadió la jefa de Estado.
Fernández condenó "la extorsión a una sociedad por parte de aquellos que portan armas para defenderla y no para atacarla" y dijo que "conmociona" y "avergüenza" ver que hay saqueadores que acuden a robar comercios "en automóviles".
En un comunicado, el diputado opositor Ricardo Alfonsín, hijo del fallecido expresidente argentino Raúl Alfonsín, había propuesto horas antes, "ante la gravedad de la situación", dejar los actos conmemorativos "para una mejor ocasión".
"Hoy festejamos algo que deberíamos haber postergado por respeto a lo que está pasando en el país", se sumó también el alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri.
Policías de hasta 17 provincias se han acuartelado en los últimos días, animados por el alza salarial obtenida por sus compañeros de Córdoba.
En varias de esas provincias han cesado ya las protestas tras llegarse a acuerdos de alzas salariales.
En medio de una fuerte conmoción social por saqueos que dejaron un muerto, unos 200 heridos y más de un centenar de detenidos, las autoridades cordobesas elevaron el sueldo básico de los agentes a 8,000 pesos (1,280 dólares).
Otras provincias con uniformados sublevados han pactado también subidas salariales de hasta el 50 % para que los policías regresen a las calles.
La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) llamó a "deponer actitudes que comprometen la seguridad y la paz social" y señaló que "no hay que negar los problemas sino asumirlos y encaminarlos a través de un diálogo sincero y constructivo".