Medio centenar de países, entre ellos los 27 de la Unión Europea, los principales países árabes, Estados Unidos, Canadá y Turquía, se reunieron hoy en París para mostrar su respaldo a la oposición siria contra el régimen de Bachar al Asad, en un momento en el que parece carecer de reconocimiento interno.
El encuentro, a iniciativa de París, sirvió para desbloquear parte de los 145 millones de euros de ayuda prometida a la Coalición Nacional de Fuerzas de la Revolución y la Oposición Siria (CNFROS) durante la reciente cumbre de diciembre pasado en Marraquech.
"Pero más que una cuestión de dinero se ha tratado de determinar las modalidades de la ayuda, directa o a través de la Coalición, al pueblo sirio", indicó una fuente diplomática presente en el encuentro.
Los participantes se mostraron de acuerdo en que es necesario reforzar la estructura de la CNFROS, bien sea de forma directa o bien a través de organizaciones que trabajan sobre el terreno en coordinación con la oposición.
Varios países ya han comenzado a elaborar proyectos humanitarios en Siria, donde los ataques de las fuerzas del régimen y de la oposición han causado 60,000 muertos y cientos de miles de heridos y de desplazados.
La comunidad internacional está preocupada por la pérdida de credibilidad de la CNFROS en el interior del país, tras haber sido reconocida por más de un centenar de países.
"Frente al hundimiento del Estado y de la sociedad, los grupos radicales islámicos pueden ganar terreno si no actuamos como es debido. No podemos dejar que una revuelta que nació como una protesta pacífica y democrática degenere en enfrentamientos entre milicias", aseguró el ministro galo de Exteriores, Laurent Fabius, al inicio del encuentro.
Entre los participantes en la reunión se han rebajado los recelos que existen en torno al CNFROS y la posible presencia en su seno de grupos radicales, indicó una fuente que participó en la misma.
Son más fuertes las reticencias relativas a la ruptura del embargo de armas, solicitada por el vicepresidente del CNFROS, Riad Seif.
"Es un embargo injusto. Pedimos que se levante y que podamos tener los medios necesarios para defendernos", afirmó el opositor sirio.
Entre la comunidad internacional existe temor a que éstas armas lleguen a manos de salafistas, por lo que este asunto no fue tratado en el encuentro de París.
La Unión Europea tiene previsto abordarlo a finales del mes próximo, tras haber prorrogado por tres meses el embargo de un año impuesto a la venta de armas en Siria.
Fuentes diplomáticas francesas rebajaron la importancia de los radicales en el seno del Ejército Libre Sirio e indicaron que, de los 150,000 combatientes que se calcula que tiene, "mucho menos del 10 %" pertenecen a esos grupos.
Una de las exigencias de la comunidad internacional al CNFROS es la formación de un Gobierno de transición, por temor a que la caída del régimen provoque un vacío de poder que pueda ser aprovechado por los grupos extremistas.
La oposición siria expresó sus dificultades a formarlo en el interior del país, ante los problemas que tienen para defender los territorios controlados por falta de armas, al tiempo que aseguró que se opone a hacerlo en el exilio.
