María del Rosario Espinoza dio el último metal olímpico en el taekwondo con el bronce en la división +67 kilogramos y se convirtió en la primera nacional en obtener dos preseas en pruebas individuales de justas veraniegas. (Fotos de EFE)
En el marco del Día Internacional de la Mujer, las deportistas mexicanas tienen mucho que celebrar, pues han puesto en alto el nombre del país en los magnos eventos, los últimos de ellos son los Juegos Olímpicos y Paralímpicos Londres 2012.
En Londres las damas aportaron cinco de las siete medallas que se consiguieron en total, mientras que en los paralímpicos fueron seis metales de un total de 21.
Las clavadistas Paola Espinosa y Alejandra Orozco dieron la primera alegría con su medalla de plata en la prueba de sincronizados desde la plataforma de 10 metros, y sólo fueron superadas por las chinas Roulin Chen y Hao Wang.
Aída Román y Mariana Avitia escribieron una nueva historia para el tiro con arco consiguiendo los primeros metales para México en la historia. Fue en la prueba individual que se colgaron la plata y el bronce, respectivamente.
Además, fue la primera vez en la historia del deporte olímpico mexicano en que dos mujeres subieron al podio en el mismo evento en una misma justa.
La experimentada Laura Sánchez también figuró en sus terceros olímpicos con la presea de bronce en trampolín individual 3 metros.
Sánchez realizó la mejor puntuación de su carrera tras acumular 362.40 unidades y es la primera mujer de nuestro país que gana una medalla en una prueba individual de esta disciplina.
Por su parte, María del Rosario Espinoza dio el último metal olímpico en el taekwondo con el bronce en la división +67 kilogramos y se convirtió en la primera nacional en obtener dos presas en pruebas individuales de justas veraniegas.
Y aunque no subió al podio, también destacó el desempeño de la nadadora Liliana Ibáñez, quien impuso récord absoluto mexicano en 100 metros estilo libre al detener el cronómetro en 55.71 segundos, con lo que se ubicó en el lugar 25 de la tabla general.
Ibáñez López dejó atrás la marca que ella misma ostentaba y que registró en los pasados Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011, cuando hizo 55.74 segundos en la piscina tapatía.
Incluso, desde Seúl 1988, con Patricia Kohlmann y María Rivera, México no tenía presencia en los 100 metros libres de una justa veraniega.
De igual forma, la pesista Luz Acosta, en sus segundos juegos, fue sexta en la división -63 kilogramos tras acumular 224 kilos totales.
Con estas cinco medallas, más la de oro conseguida por el equipo de futbol y la plata de los clavadistas Iván García y Germán Sánchez, México alcanzó el máximo número de metales en Juegos Olímpicos fuera del país, después de las seis insignias en las ediciones de Los Ángeles 1984 y Sydney 2000.
En el deporte adaptado Londres fue testigo de la cosecha de 21 medallas en total, seis de ellas conseguidas por mujeres.
La abanderada de la delegación mexicana, Patricia Valle, aportó dos bronces, una en los 100 metros libres S3, donde impuso récord para el continente americano con un tiempo de un minutos 59 segundos 76 centésimas; el otro metal fue en los 50 metros libres S3 con 55 segundos 72 centésimas, y consiguió otra marca para el continente americano. Además, Valle suma cuatro justas veraniegas y 10 medallas.
La pesista Amalia Pérez y María de los Ángeles Ortiz se colgaron dos de los seis oros que ganó México. Amalia levantó 135.5 kilos en la división de -60 kilogramos y estableció un nuevo récord paralímpico en powerlifting en lo que fue su cuarto ciclo en la máxima justa.
Ortiz superó la plata que logró en Beijing y ahora se adjudicó el oro en el lanzamiento de bala, e igual rompió un par de ocasiones el récord mundial.
Y Perla Bárcenas en los +82.5 kilogramos de powerlifting y Daniela Velasco en los 400 m en las pruebas de atletismo, aportaron un par de bronces más a la causa nacional.
Históricamente, desde hace más de una década las mujeres se han convertido sinónimo de éxito en el deporte mexicano empezando por la medalla de oro conseguida por Soraya Jiménez en Sydney 2000 en halterofilia, la plata de Ana Gabriela Guevara en los 400 metros de Atenas 2004, el oro de María del Rosario Espinoza de taekwondo y el bronce de Paola Espinoza junto a Tatiana Ortiz en los clavados sincronizados de Beijing 2008.
Sobresalen mujeres en el deporte
En el deporte adaptado, los resultados de Amalia Pérez en Beijing 2008 y Londres 2012, justas en las que ganó dos metales de oro, al igual que Ángeles Ortiz con la presea dorada en lanzamiento de bala y Catalina Rosales, con cinco paralimpiadas a cuestas, son ejemplos no sólo de la aportación femenil al deporte nacional, también de la entereza con que ellas enfrentan la vida.
A sus 48 años de edad, Catalina Rosales, quien ha participado en cinco paralimpiadas, desde Barcelona 1996 hasta Londres 2012, faltando sólo a Sydney 2000 por una lesión, considera que las mujeres ya no se derrumban como antes ante los retos grandes y su peso en la sociedad es mayor.
"Ahora la mujer ya no se deja. Una mujer que ha demostrado fuerza no sólo en el deporte sino en la vida social, profesional, pues ya no es tan fácil que se deje porque ya somos autosuficientes, nos hacemos valer, tenemos voz y voto", señala.
"Hoy podemos decir esto nos gusta y esto no, la mujer cada vez responde con más inteligencia, pero sí es importante la educación, el civismo, sin eso no creo que salgamos adelante y para mí eso viene del núcleo familiar", destaca. Algo similar sucede con la determinación que muestra la bailarina sobre silla de ruedas de 41 años de edad, Manuela Castellanos, quien ha representado a México en torneos internacionales en varios países europeos como Rusia y Holanda.
"A veces las mujeres le ponemos demasiado, determinación, empeño y amor, a lo que nos gusta. A mí, en lo personal, me encanta la danza deportiva y me esfuerzo por ser cada vez mejor en ella", dice.
"Tuve un compañero cuando recién empecé con esto hace siete años y que decidió no continuar, y ahora que le platico sobre mis competencias, mis viajes, me dice que ya alcancé un gran nivel, tal vez arrepentido de no haber seguido", apunta.
Y ese ejemplo permea entre quienes apenas comienzan a dar sus primeros pasos en las competencias de alto rendimiento, como la jalisciense de 19 años de edad, Fátima Pérez, quien compitió en los 200 metros T35 en Londres 2012.
"Siento que nosotras las mujeres somos como más aventadas para alcanzar las metas que nos proponemos y sé que podemos lograr más; que las mujeres somos muy inteligentes y que podemos encontrar la forma de superarnos", sostiene.
Puntualiza que "las mujeres tenemos que sentirnos seguras de nosotras mismas, no tenemos que depender de alguien para salir adelante, podemos hacerlo por nuestra cuenta, sólo es cuestión de que nos decidamos, que no nos dé miedo hacer las cosas", finalizó Pérez García.