México va a cambiar, nos prometía tajantemente como candidato presidencial Enrique Peña Nieto y hasta lo firmó ante notario. México ya cambió, nos señala la estupenda narrativa de la campaña de publicidad del primer gobierno del PRI del siglo 21. México está unido para sacar adelante las reformas estructurales que "el país necesita", repite como mantra el slogan del Pacto por México.
A diferencia del gobierno de Calderón, que nadó a contracorriente desde su inicio y que fracasó en contar las historias de éxito de su sexenio, el de Peña Nieto arrancó generando expectativas y con una buena campaña de comunicación. Sin embargo, van aquí algunos puntos y preguntas que son señales de alarma para lo que resta del primer año del actual sexenio y que me hacen cuestionar el optimismo de varios.
ECONOMÍA Y GASTO PÚBLICO
Hay muchas formas para que la economía de un país crezca y en México una forma fundamental ha sido el ejercicio del gasto público por parte del Gobierno federal. El mes pasado el presidente Peña Nieto aceptó que hay un subejercicio del gasto público y lo explicó diciendo que "es natural en cualquier inicio de gobierno". Tal respuesta es insuficiente, especialmente cuando la expectativa de crecimiento económico ha bajado del 3.5, al 3.2 y más recientemente al 2.7% para 2013, según el Grupo Financiero Banamex, y cuando el comportamiento de la Bolsa Mexicana ha sido negativo en los siete meses que lleva este gobierno y con el dólar al alza. Por ello, vale la pena preguntarse ¿por qué esperan tanto en ejercer el gasto? ¿Quiénes se beneficiarán de nuevas licitaciones?, ¿qué tan transparentes serán éstas?, ¿se está limitando el ejercicio del gasto para presionar a algún sector en específico?, ¿cómo van a explicar que la economía crecerá 2013 un poco más de un punto menos que en el último sexenio de Calderón?
POLÍTICA DE VIVIENDA SIN DETALLE
Uno de los sectores más golpeados por la falta de definición en cuanto a las nuevas reglas de operación es el de la vivienda. Un reporte del Grupo Económico BBVA detalla cómo las principales empresas constructoras (Geo, Urbi, Homex y Ara) han perdido valor en los precios de sus acciones y cómo el Plan Nacional de Vivienda, anunciado por Peña Nieto en febrero pasado, deja demasiada incertidumbre para este sector. La generalidad de que "los créditos y subsidios del Gobierno de la República serán reorientados al fomento del crecimiento urbano ordenado" no dice realmente nada y el tiempo de ajuste de dos años para las nuevas políticas de vivienda podría llevar a la bancarrota a los empresarios de este sector antes del plazo estipulado.
POLÍTICA EXTERIOR, FALTA DE DEFINICIÓN
Varias notas en medios internacionales daban cuenta de que "México estaba de regreso", que sería el nuevo Brasil de los escenarios multilaterales. Algunos diplomáticos de carrera y expertos en temas internacionales incluso se muestran felices de que "finalmente regresó la dignidad a la política exterior", en crítica abierta a los primeros seis años del PAN en la Presidencia. Sin embargo, la grandilocuencia de la diplomacia priista no ha rendido frutos. Porque dirigir la OMC era una meta poco real para este gobierno, como ya ha explicado Jorge Castañeda con quien coincido, y porque ahí Brasil siguió demostrando que en el plano de la política multilateral a México le falta mucho trecho por hacer -o por recuperar, dirían algunos. Al fracaso en la OMC se suma la dinámica de la reforma migratoria en Estados Unidos que, si se aprueba, acabará militarizando nuestra frontera norte y parece que la diplomacia mexicana no tiene aún una definición clara de qué hacer al respecto, o no la ha contado públicamente. Lo mismo puede decirse del silencio diplomático ante el caso Snowden o la elección en Venezuela. ¿No que México sería un líder en América Latina? Seguimos ausentes de la región.
REFORMAS, AÚN SIN EFECTOS
Con bombo y platillo nos dicen que las reformas que "necesita el país" se han ido aprobando. Que la reforma educativa ha sido histórica, que la de telecomunicaciones también. Lo cierto es que, en las aulas, la reforma educativa no ha rendido frutos y que la de telecomunicaciones tampoco en el ámbito privado. Tan sólo basta con cambiarse de una compañía cablera a otra, por ejemplo de Cablevisión a Axtel, para ver cómo ésta no puede ofrecer aún los canales de televisión abierta porque ni Televisa ni Azteca acatan aún el must carry-must offer porque tienen de plazo hasta septiembre. Ya dirá el tiempo si las reformas "movieron a México" o si fueron atole con el dedo.
¿Y LA ALTERNATIVA ANTE LA VIOLENCIA?
El gobierno de Peña Nieto no quiere hablar de la violencia y lo único que ha logrado es que algunos medios dejen de poner en primera plana las notas con los muertos del día. Ya no hay una vocería que semanalmente dé los detalles de cuántas vidas lleva la batalla contra el narcotráfico, pero lo cierto es que en el tema de seguridad no ha cambiado nada. Por el contrario, la violencia persiste y, como detalla Eduardo Guerrero en la revista Nexos, la tendencia de las muertes violentas ha registrado un descenso moderado, y que ya empezaba a mostrarse desde el fin del sexenio pasado. A todo esto ¿qué ha pasado con el proyecto de la Gendarmería que ofreció como candidato Peña Nieto? ¿Alguien sabe si el General colombiano Óscar Naranjo sigue asesorando a Peña Nieto y qué está haciendo? ¿Se cambió la estrategia de perseguir y encarcelar a capos del narco? ¿Ya se dieron cuenta de que la violencia ya llegó a la Ciudad de México?
Politólogo e Internacionalista
Twitter @genarolozano
