El español Rafael Nadal en acción ante el brasileño Rogerio Dutra Silva durante el partido de la cuarta jornada. (EFE)
Rafael Nadal y Roger Federer están apurados en este Abierto de Estados Unidos.
Los rivales de siempre, que por primera vez podrían citarse en el US Open si logran alcanzar los cuartos de final, arrasaron ayer con sus partidos de segunda ronda, despachando a sendos rivales sudamericanos.
En una hora y 32 minutos, Nadal dio cuenta 6-2, 6-1, 6-0 del brasileño Rogerio Dutra Silva. Federer, por su parte, empleó tres minutos adicionales para despachar 6-3, 6-2, 6-1 al argentino Carlos Berlocq.
Con su victoria, Nadal dejó en 17-0 su foja en pistas de cemento este año. Decidido a abreviar sus puntos con el fin de reservar fuerzas para las batallas en las últimas rondas, el español ataca sin piedad.
Su duelo contra Dutra Silva fue desigual, de hecho con la menor cantidad de games cedidos en 86 partidos que ha disputado en suferficie dura en los Slams, según la ATP. El brasileño dispuso de una solitaria de oportunidad de quiebre en el segundo game del segundo set, pero Nadal no le dio oportunidad y seguido encadenó 12 games siguientes hasta llevarse la victoria.
"En mi opinión, comencé algo lento y luego fui mejorando conforme transcurrió el partido", dijo Nadal. "El resultado dice que hice las cosas bien".
A primera hora, Federer se aseguró de no dejarse emboscar en la segunda ronda de un Grand Slam. Había sido en esa instancia en la que el suizo, campeón de 17 majors, fue eliminado en Wimbledon por el ucraniano Sergiy Stakhovsky, una de las varias derrotas que han abollado la aureola de invencibilidad del suizo esta temporada.
El mismo Berlocq había expresado que cuando se estableció el cuadro del torneo se entusiasmó con el desafío de Federer.
Pero en la pista del estadio Arthur Ashe se encontró con la dura realidad de un Federer imponente, que controló el encuentro con sus 37 winners frente a los 17 del argentino.
"Estaba ilusionado de que se podía... pero me superó ampliamente", dijo el argentino que sigue sin poder superar la segunda ronda en un Grand Slam y ahora tiene marca de 0-17 contra jugadores en el Top 10. "Jugó muy agresivo, acertó mucho".
Federer es el séptimo cabeza de serie en Flushing Meadows, su peor preclasificación desde 2002. Pero no ha perdido un set en sus dos victorias y parece estar en alza tras estos últimos meses en los que se acentuaron los comentarios sobre un declive a sus 32 años.
"No había sido una mala temporada hasta llegar a Wimbledon y lo de Wimbledon fue sólo una decepción", dijo Federer. "Estoy tomando confianza partido tras partido. Pasan unos pocos partidos y ya vuelves a estar con un excelente tenis".
En la siguiente ronda, Federer se las verá con el francés Adrian Mannarino, victorioso 7-6 (4), 7-6 (5), 6-7 (5), 6-4 ante el estadounidense Sam Querrey (26). Nadal se enfrentará con el croata Ivan Dodig, quien le ganó 6-1, 6-4, 6-4 al ruso Nikolay Davydenko.
Dodig evoca una mala experiencia al español, con una derrota en la segunda ronda del Masters de Montreal 2011. "De esos partidos que no tengo buenos recuerdos", dijo Nadal.
Mientras Federer va por su decimoctava corona en un major, Serena Williams está en busca de su 17 y también marcha firme en Nueva York, luego de derrotar 6-3, 6-0 a la kazaja Galina Voskoboeva.
