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Ni el cielo ni el infierno

JÓVENES COLUMNISTAS

ALAN DAVID BARRAZA

Nos encontramos actualmente en un resquicio que sirve como ejemplo perfecto de la contraposición de ideas en el ser humano, contrario a lo que Edward de Bono llamó pensamiento lateral o paralelo. Por el deceso de uno o quizá el más polémico y controvertido de los gobernantes de nuestra era. Venezuela perdió al recién repuesto en la cabeza de su gobierno y esto trae consigo una serie de opiniones contrastadas; hay quienes aprovechando la ocasión realizan un balance de su mandato para calificarlo de desastroso, sin embargo, hay otros que lo usan de ícono y ejemplo de tenacidad contra el imperialismo. Yo no calificaré o adjetivaré el desempeño de Hugo Chávez o la cantidad de amor que se le profesaba, ya que es un ejercicio severo que requiere más que simples datos económicos o imágenes de multitudes para determinarlo; sencillamente hay que profundizar más allá de lo evidente, para poder dilucidar en cierto grado qué clase de impacto tiene esta muerte, para los extraños y para los propios, así como pensar y reflexionar qué vendrá para una Venezuela muy acostumbrada a ser dirigida por el precursor del movimiento V república.

Primordialmente es preciso hacer una analogía con un caso de corte casi simétrico, el caso de Juan Domingo Perón, expresidente de Argentina que también murió en funciones y que a su vez también era socialista de estancia casi vitalicia en el poder. Su funeral es y será uno de los más recordados, al igual que ahora, miles de seguidores rodearon el recinto fúnebre para darle el último adiós a su líder, curiosamente también recién reelecto por tercera ocasión en un gobierno que de la misma forma parecía autoritario, y que justificaba y cimentaba su discurso político en una autocrítica aparente y resistencia a la alternativa; se decretaron 3 días de duelo tras la muerte de Perón, y los ecos de su fallecimiento tuvieron en una época muy diferente a la actual la misma sonoridad. Es de considerarse que en plena guerra fría, en Moscú, el presidente de los Estados Unidos, Richard Nixon, y el secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética, Leonid Brézhnev, interrumpieron el diálogo que mantenían desde días atrás, para expresar su adhesión al duelo por la pérdida del creador del movimiento justicialista.

Lo que debe considerarse independiente a esta comparación, es que muchas veces no va acompañada la popularidad con la labor desempeñada, el ejemplo muy claro es la extinción de Mao Zedong, líder chino comunista de ultraizquierda, que tras 40 años de un gobierno autoritario que tenía hundido a su país en la miseria, mostraron al mundo tras su muerte, que había gran consternación y congoja en toda China por su pérdida. Caso similar ocurrió con Duvalier, un médico haitiano que llegó a ser dictador de su país por eso de los cincuenta, quien auspició la dictadura más folclórica de la historia, al imponer catecismo revolucionario en la que él era deificado; murió idolatrado y presidiendo la única república hereditaria, pues su hijo Jean Claude le sucedió en el cargo.

Idolatrados o no, venerados o repudiados, la forma en la que gobiernan y el impacto político social que dejan a un pueblo determinado, es lo que aporta datos esenciales para valorar o bien aún, para adjetivar a alguien que represente una idea o tendencia. Como ya mencionamos, el idealismo del que se revestía a Juan Domingo, estaba respaldado de haber dado derecho de voto e igualdad familiar a la mujer, subsidiar la producción interna primaria y constitucionalizar los derechos y garantías sociales como el trabajo, sindicalismo y propiedad nacional de energéticos, entre otros. ¿Los chavistas en qué respaldan o justifican lo hecho y conseguido por su figura?, en subsidios a la clase obrera y a países aliados como Cuba y Bolivia, nacionalización de casi todas las industrias de competencia internacional, en concentrar los petroquímicos como fuente casi exclusiva del ingreso nacional y que entre 2003 y 2013 la pobreza se redujo de 62.1 % de la población a 31.9 %.

Algún estudioso de economía o de derechos humanos pensaría que es un alivio su fenecimiento, pues después de ser pionero aunque incorporó estos derechos a nivel supraconstitucional con la constitución de 1999, en 2012 denunció la convención interamericana de derechos humanos al prescindir de la jurisdicción de la corte interamericana y del propio comité. Pero reitero, bajo estos datos la problemática en definir tendencias, pues mostraron respeto y honores, entre otras figuras de la política mundial, Vladimir Putin, mandatario ruso, Cristina Fernández, Rafael Correa, José Mujica, Dilma Rousseff y hasta las condolencias de Barack Obama, sin mencionar a Evo Morales en Bolivia que hasta luto nacional indefinido instauró; hasta nuestro presidente que tuvo oportunidad de otra peculiaridad al dormirse durante el funeral, difundido en redes sociales. Sea cual sea su postura, la realidad es que ni cielo ni infierno para Hugo, simplemente ha entrado a los anaqueles de la historia como un gobernante por demás polémico y popular.

@alanbarrasa

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