Burlando todas la medidas de seguridad, un niño logró subir al escenario para abrazar y permanecer con el Papa Francisco en su intervención en la Fiesta de la Familia el pasado domingo 26 en la Plaza de San Pedro.
Con playera amarilla, jeans y tenis el menor se mantuvo a lado del pontífice, pese a los intentos del personal de seguridad que intentaba persuadirlo para bajarse.
El acto no causó la distracción de Francisco, quien continuó con su discurso a los fieles y dio algunas caricias al pequeño cuando se acercaba a él.
Por algunos momentos el Papa y el niño se sentaron juntos y conversaron, e incluso el menor tuvo la oportunidad de besar el crucifijo que el jerarca llevaba en su cuello.
El niño se mantuvo a lado del pontífice, pese a los intentos del personal de seguridad que intentaba persuadirlo para bajarse. (EFE)