Un artefacto diseñado por impresión tridimensional y hecho con un material que el cuerpo reabsorbe permitió que un niño con una grave afección pulmonar respirara y siguiera viviendo, según un artículo que publica hoy la revista New England Journal of Medicine.
Kaiba Gionfriddo, ahora de 20 meses de edad, nació afectado por un colapso de sus bronquios y tráquea que impedía el flujo de aire a sus pulmones, y día a día requería resucitación cuando se detenía su respiración.
Aproximadamente uno de cada 2,200 bebés nace con traqueomalacia, una debilidad y flaccidez de la tráquea, y la mayoría de los niños la superan para cuando llegan a los dos o tres años de edad, aunque a menudo el mal se diagnostica, equivocadamente, como asma que no responde al tratamiento.