Azotan. Jesús, representado por Marcos, es azotado por soldados romanos antes de ser condenado a muerte por Poncio Pilato.
Descalzo, con la cruz a cuestas y el flagelo de cordeles de algodón en su espalda, soportó Marcos, el "Jesús" de 12 años de la colonia Santa Rosa, durante su camino hacia el calvario.
La parroquia de Santa Rosa de Lima fue el escenario inicial de la representación número 40 de la pasión y muerte de Cristo en su versión infantil. Las imágenes permanecieron bajo sábanas moradas, por ser el jueves el día en el que fue inicio del sufrimiento de Jesús,luego del prendimiento.
Fue así como comenzó la representación número 40 del Vía Crucis Infantil. El joven Jesús fue aprehendido por soldados romanos, tras ser entregado por Judas, uno de sus doce discípulos. Después de eso, comenzó su calvario.
Mostrando impresionantes dotes histriónicas, el "Jesús" de 12 años fue flagelado, insultado y empujado fuertemente al grado de caer al suelo varias veces.
Los "soldados romanos" y el pueblo judío, representado por pequeños actores de entre 5 y 14 años, pedían a gritos la muerte de Jesús, ante un público exigente, pues estaba conformado en su mayoría por niños y adolescentes, quienes no perdonaban los errores de los actores, por mínimos que fueran.
La muerte de Jesús finalmente fue concedida por "Poncio Pilato", por lo que de inmediato los integrantes de la Pascua Juvenil comenzaron a formar cadenas humanas para dar paso al recorrido del pequeño "Jesús".
Descalzo y sin más protección que la túnica que vestía, Marcos salió de la parroquia para recorrer más de un kilómetro de distancia, sin embargo, tuvo que esperar por casi 20 minutos para iniciar su recorrido, debido a algunas fallas en la organización.
Marcos, en su papel de Jesús, soportó los azotes constantes de los "soldados romanos", cargó el peso de la cruz y aguantó en sus pies cortaduras de vidrios, además del asfalto caliente.
El dolor, según sus propias palabras, se hizo presente hasta la octava estación, sin embargo, esto no fue impedimento para que finalizara el recorrido en el Parque Victoria, en donde en un pequeño teatro se escenificó la crucifixión.
Marcos terminó con la espalda enrojecida por los latigazos y los pies heridos, pero muy contento por su desempeño.
ORGULLOSO DE SU PAPEL
"Me siento orgulloso porque representé la pasión, muerte y resurrección de Jesús, para mí esto es como saber qué fue lo que sufrió nuestro padre, porque él fue el que dio la vida por nosotros para que no sufriéramos y nos perdonó nuestros pecados", dijo al finalizar la crucifixión.
El niño platica que es la tercera vez que participa en el Vía Crucis, pero la primera que representa a Jesús, para lo cual se preparó con actividad física meses antes, así como de manera espiritual a través de la oración.
"Sí lo volvería a hacer, me gustó mucho el papel y para mí es un honor realizarlo", dijo Marcos Guadalupe Medrano Ramírez.
Fueron más de 35 niños los que acompañaron a Marcos en la representación del Vía Crucis Infantil, que terminó sin incidentes.
