La cifra de indocumentados muertos en la frontera estadounidense con México en 2012, un total de 477, representó niveles históricos, de acuerdo con un estudio publicado este martes.
El deceso de migrantes en la región el año pasado alcanzó su mayor cifra desde 1993, cuando Estados Unidos desplegó por primera vez operativos, excepto por el año 2005, cuando perecieron 15 personas más que en 2012.
Gráficos del estudio “Cuántas muertes más, el caso moral del programa de trabajadores temporales” de la Fundación Nacional para Política Americana, muestran que la mortandad de indocumentados creció sostenidamente desde que el presidente Barack Obama asumió el cargo, con un cúspide en 2012.
De cinco mil 595 muertes registradas en la franja limítrofe desde que iniciaron operativos en 1993, 477 correspondieron a 2012, el año en que la patrulla fronteriza alcanzó su mayor cifra de agentes, 22 mil, y las detenciones cayeron a su nivel más bajo en 50 años.
El estudio menciona el caso del condado de Brooks, en el estado de Texas, donde la cadena NBC reportó que “el creciente número de cadáveres sin reclamar marca una crisis en aumento por falta de recursos”.
Dice que las muertes comenzaron desde que los trabajadores que querían conseguir empleo en Estados Unidos se encontraron con operativos de una política de “persuasión por medio de detención”.
Pero esa política se traduce en obligar a los indocumentados a tratar de cruzar la frontera por zonas cada vez más remotas y peligrosas.
