El salto en paracaídas es de unos dos mil 743 metros desde una avioneta.
Muy de moda está el atreverse a dar un salto en paracaídas, una hazaña que debes realizar por lo menos una vez en la vida. Así que adiós al miedo.
Toma el control de tus emociones, porque esta actividad puede que no sea lo más extremo a lo largo de tu vida, sugiere Marco Juárez, gerente comercial de experimenta, empresa que diseña certificados de regalo para vivir experiencias de viaje, a veces fuera de lo común.
"La gente cree que el paracaidismo es un ejercicio que pone en riesgo la vida, pero en realidad es una sensación placentera donde ni siquiera sientes vértigo. Es lo más cercano a volar", asegura.
Si las palabras de un experto en el tema te motiva a gozar la aventura, entonces prepárate para lanzarte a unos dos mil 743 metros desde una avioneta en un salto tándem, llamado así porque te acompaña un instructor que ayuda a maniobrar tus movimientos.
El descenso es a 200 kilómetros por hora, así que evita ponerte una playera de cuello de tortuga, puede lastimarte. Se recomienda portar un atuendo cómodo y sencillo: unos jeans, pants y tenis, que además permita colocar de forma sencilla el overol y los googles que te prestan los guías.
"La primera reacción es gritar, pero es lo peor porque es difícil hacerlo en el aire. Además, todas las instrucciones que ensayaste en tierra se te olvidan, pero no hay de qué preocuparse, el especialista te acompaña y lleva consigo un doble paracaídas. Es un minuto de caída libre, así que lo único que te queda por hacer es soltar el cuerpo y disfrutar el momento", asegura.
Otras sugerencias: no ingieras bebidas alcohólicas. A quien las consuma, se le prohibirá abordar la avioneta. Es importante evitar los alimentos pesados, porque provocan vómito. El peso máximo que se permite es de 110 kilos y, si eres muy alto, coméntalo a la hora de reservar para que el instructor asignado sea de tu misma complexión y tamaño, para una maniobra más sencilla.
Las personas que no son aptas para el paracaidismo son aquéllas con problemas cardíacos y presión alta. Tampoco está permitido a embarazadas. Pero es una actividad que pueden disfrutar desde niños hasta adultos mayores.