"Yo no conozco al comandante Fidel", le dijo el presidente Enrique Peña Nieto a Raúl, hermano del líder de la revolución cubana.
Estaban sentados, frente a frente, en una pequeña sala gris. "El día que vaya usted a La Habana, ese día, yo mismo lo llevo y se lo presento", le respondió el presidente cubano.
Eran los primeros minutos de la primera entrevista oficial entre los dos mandatarios. Hablaron francos, durante casi 40 minutos. "Me da gusto que el PRI haya ganado la Presidencia de la República", dijo Castro.
El comentario tomó por sorpresa a Peña y coincidieron en la necesidad de relanzar de inmediato la relación entre Cuba y México.
La conexión entre ambas naciones se reflejaría menos de 24 horas después, en la plenaria de la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Ahí Peña daría su respaldo absoluto a Castro tras asumir el liderazgo de este nuevo organismo regional al ofrecerle "solidaridad y coordinación".
Unos 30 minutos más tarde, el presidente Castro recordó la noche cuando salió la primera expedición a Cuba para enfrentar al dictador Batista. "Era una noche tormentosa... un poderoso norte que pudo hacernos naufragar, pero llegamos con 82 expedicionarios que estaban ahí.
"Ahí (en México) recibimos un asilo generoso en 1955 y 1956, también de ahí salió nuestra expedición, lo cierto es que violamos algunas leyes mexicanas, pero no violamos nunca la amistad con México", asentó el dirigente cubano quién después afirmó que se "rompe la cabeza" por pensar una solución para México en materia de narcotráfico.
Al escuchar la anécdota, al otro lado de la mesa de la Cumbre de la CELAC, el presidente Peña Nieto sonreía. A cada palabra del cubano Peña ponía atención. Los dos mandatarios entraron a una sala de sillones grises. Peña preguntó por la salud de Fidel. Castro respondió "está bien".
Castro recordó su vida en México, narró capítulos de su estancia. Se comprometieron a realizar visitas oficiales lo antes posible.
Castro palmeaba seguido la espalda de Peña... y platicaban como viejos conocidos, con respeto ambos. Ahí hablaron de los vínculos históricos entre las dos naciones y la relación entre los dos pueblos, del distanciamiento durante los gobiernos del PAN, de la necesidad de retomar "a la brevedad" la relación México-Cuba. Al día siguiente se vieron en la mesa. Se verán pronto.