No frenes su desarrollo
El sobrepeso y la obesidad son consecuencia de los malos hábitos en la alimentación, mismos que repercuten en la salud y desarrollo físico de niños y adolescentes.
Especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), destacaron que la buena alimentación en niños y jóvenes es parte de su desarrollo.“Ayuda a alcanzar el potencial máximo de estatura, además de proporcionar proteínas, vitaminas y minerales, las cuales aportan energía para la resistencia de cualquier tipo de actividad ya sea física o mental”.
Indicaron que el hábito de la alimentación se forma en la familia, se refuerza en la escuela y sufre cambios no favorables con la influencia de la publicidad que ejercen algunas empresas productoras de alimentos.
La especialistas señalan que los niños y jóvenes son el reflejo de los padres, por lo que si en casa se les brinda una alimentación saludable, baja en azúcar y grasa saturada, y alta en frutas y verduras, aprenden a disfrutar y preferir estas comidas.
La comida rápida ¿un premio?
Por su parte, el secretario de la Asociación Mexicana para la Prevención de la Aterosclerosis y sus Complicaciones, Eduardo Meaney, alertó sobre el riesgo de premiar a los niños con visitas a restaurantes de hamburguesas con áreas de juegos, que significan consumir al menos mil 500 calorías.
Son una “bomba de carbohidratos” que afecta severamente la salud de los menores, quienes regularmente llevan una vida sedentaria frente al televisor y la computadora, agregó.
Detalló que ante la necesidad que tienen los padres de familia de trabajar todo el día, cada vez es más frecuente que compensen a sus hijos con la visita a restaurantes que tienen como atracciones principales los espacios de juegos para niños.
Enfatizó que esa situación ha ocasionado que los mexicanos llevemos una “dieta gordífera” que afecta con severos riesgos a los menores de edad, sector del que México tiene el primer lugar de obesidad y sobrepeso.
¿Cómo empiezo?
Una buena manera de mejorar los hábitos alimenticios es establecer un horario regular para la comida, con tres o cuatro clases de alimentos nutritivos en porciones pequeñas, por ejemplo en el desayuno, incluya leche, preferentemente sin grasa, avena, frijol y frutas.
Para la comida, es importante agregar cinco tipos de frutas y verduras, entre las más importantes en cuanto a nutrientes se encuentran el brócoli, naranjas, arándano, piña, manzana, tomate, melón, mango, plátanos, uvas y aguacate.
Por otro lado, debe evitarse el consumo frecuente de dulces, refrescos, tocino, pasteles, papas fritas, hot dogs, salami y chocolate, entre otros productos que por su sabor y presentación, son atractivos para los niños, pero no tienen valor nutricional alguno y sí en cambio, alto contenido calórico y graso.
Junto a una dieta sana y balanceada, es importante inculcar en los niños el hábito de la actividad física periódica.
La clave para mantener una alimentación saludable es consumir los alimentos lo menos procesados posible e incluir en cada comida una porción de frutas, verduras, cereales y alimentos de origen animal, sin adicionar grasas y azúcares.