"Era muy buen niño y todos lo queríamos mucho, era vago y travieso", dijo entre lágrimas Leonardo Elizalde, padre de Leonardo, el menor que murió al caer en un hundimiento que está a un costado del cárcamo La Joya de Torreón el pasado sábado.
Josefa Rodríguez, madre de Leonardo, dijo que su hijo era su motor, "aunque llegara cansada del trabajo me levantaba para darle de comer, ya estaba haciendo mi alcancía para comprarle una tablet (tableta electrónica) porque me la pidió para su próximo cumpleaños, el 31 de agosto".
"Yo quisiera que esa cajita no estuviera ahí, para mí es un martirio, no sé que voy a hacer, no se cómo va a ser mi vida sin él", exclamó con un nudo en la garganta Josefa, sentada junto a su marido, mientras señalaba la urna con las cenizas de su hijo, colocada en una mesa con varias fotografías, veladoras y ramos de flores.
SUS AMIGOS
Sus amigos Carlos y Vladimir dijeron que lo van a extrañar, era su compañero de juegos; recordaron que les platicaba historias y las veces que salían a la calle para divertirse como cualquier otro adolescente.
Cuando pasó el accidente Carlos estaba con Leonardo, "yo fui corriendo a decirle al señor de Simas y no nos creyó; uno de sus compañeros dijo 'eh no manches, ¿de verdad sí se cayó?'", explicó mientras reprimía el llanto.
CAMBIO DE VIDA
El más pequeño de la familia Elizalde Rodríguez ya no correrá por las calles del fraccionamiento Victoria con sus amigos, tampoco llevará a su sobrina a la escuela como lo hacía todos los días.
La tragedia que envuelve a la familia ha dado un giro a sus vidas. De sus cuatro hijos, sólo Leonardo vivía con ellos, los demás ya están casados.
La unión con sus padres era muy fuerte, tanto que dormían en la misma habitación y su cama estaba pegada a la de ellos porque le gustaba abrazar a su mamá para sentirse seguro.
"Mi hijo tenía sueños, y yo junto con él, ya me había dicho el pastel que quería para su fiesta de 15 años, también la quinta donde la quería", comentó Josefa mientras miraba hacia el techo buscando consuelo.
Josefa reconoció que era "vago y 'malo' para la escuela porque siempre estaba suspendido; era revoltoso, alborotaba a sus compañeros, pero no era por maldad, sino por inquieto".
QUERÍAN VERLO
Josefa preparó ropa para que arreglaran el cuerpo de su hijo, "quería que me lo pusieran guapo, porque mi hijo estaba bonito; que me lo trajeran para verlo, pero que no se podía", señaló con indignación.
Los padres del menor dijeron que las autoridades les explicaron que no podrían tener los actos funerarios porque el cuerpo estaba contaminado por las aguas residuales.
"De hecho no queríamos que se cremara, yo le decía a ella, si el niño va a salir, va a salir entero y derecho al panteón, pero nos dijeron que no se podía", dijo con dolor el padre de Leonardo.
Acciones legales
Acompañados de familiares y amigos, los padres de Leonardo dijeron que aún no piensan en cómo actuarán legalmente en contra de las autoridades de Torreón, tanto por no resguardar un área de riesgo inminente como lo es el hundimiento y por la entorpecida acción de Protección Civil en las labores de rescate del cuerpo.
Primero quieren pasar el duelo y después platicar sobre lo que vendrá.
"A veces vienen a ofrecer cosas para quedarnos callados, pero yo no me puedo callar", dijo con coraje Josefa Rodríguez.
Momentos de intensa angustia
La angustia porque el cuerpo de Leonardo no fuera rescatado crecía al paso de las horas.
⇒ El menor tenía apenas media hora que había salido a jugar con sus amigos, cuando sus padres recibieron la noticia del accidente. Desde ese momento, su padre, Leonardo se fue hasta el lugar para permanecer en las labores de rescate.
⇒ Regresó, sólo para cambiarse de ropa y avisarle a Josefa que suspenderían la búsqueda porque ya había oscurecido. Al día siguiente, las labores iniciaron a las 11:00 horas y Protección Civil quería suspenderlas a las 14:00, pero Bomberos continuó.
⇒ Hasta que se manifestaron, las autoridades pidieron apoyo a Protección Civil de Nuevo León. El lunes por la tarde, el cuerpo de Leonardo fue rescatado, pero su familia no pudo verlo; sólo recibieron sus cenizas.
Tristeza. La urna con las cenizas de Leonardo está sobre una mesa rodeada con fotografías del menor, veladoras y flores.
