Señoras y señores, se puede engañar al mundo alguna vez y a alguna persona todo el tiempo. Pero no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo. Frase que alguna vez pronunció Abraham Lincoln. Y esto es por el trabajo de la Selección Nacional. Si uno ve un partido de México y más frente a Martinica y saben que están jugando mal, muy mal, no se puede engañar a la gente diciendo que van mejorando, que el calor hizo que el segundo tiempo fuera de mala calidad, que algunos jugadores destacaron, no. El nivel de futbol de Concacaf créanme que es digno de lástima.
A la Copa Oro famosa habría que hacerle muchos cambios, México y Concacaf deben ser los primeros interesados en que dichos ajustes surtan efecto. No se puede jugar cada dos años porque obliga a montar equipos diferentes a los que disputan Eliminatorias y otros torneos. No se puede recorrer todo Estados Unidos con estadios semivacíos porque ya ni el Tri interesa y no se debe ofrecer un nivel de futbol tan bajo. Si realmente lo que se quiere es tener contenido televisivo, se puede comprar un evento internacional de otra categoría, lo agradeceríamos los televidentes y la gente de futbol.
Que México mejoró ayer, ¿quién lo dice, el Chepo de la Torre?, ¿de dónde lo saca? Hacía calor para todos, ya sabíamos que Martinica no tiene nivel, los verdes tampoco. A lo mejor Luis Montes se encontró con un gol y Marco Fabián medio empieza a tomar un poco de color futbolístico. Pero no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo como lo intenta la gente que narra y que escribe sobre los partidos del combinado mexicano.
México juega mal, no juega a nada, ha jugado basura, con pequeñas altas y muchas bajas. Hay precipitaciones serias en su accionar, se ahogan en el abismo. Tienen un sistema cuadrado del cual no se salen y las variantes son nulas. El partido importante no es el que venga en cuartos, ni algún partido de la Copa. El partido relevante es Honduras en el Azteca y Estados Unidos como visitante, ahí hay que sacar los puntos para ir al Mundial de Futbol.
El cuadro mexicano es un negocio en la Copa del Mundo por la cantidad de gente que lleva, de seguidores que se dejan llevar por esas mentiras y esos engaños terribles que todo el tiempo les dan en la TV. Este equipo y el grupo que fue a Brasil distan mucho de ser un buen conjunto, distan de ser un equipo competitivo de alto nivel, con calidad, con jugadores técnicamente dotados. A Rafael Márquez Lugo se le iban todos los balones, el medio campo no existía. Miguel Layún es un jugador común y corriente de repente aparecía solo por el lado derecho y no tenía más que centrar.
Pero el resultado es lo de menos, es el tipo de futbol que está practicando la Selección que no es ni esperanzador, ni emotivo, ni motivante, ni tiene luces. México puede clasificar al Mundial, pero así irá a pasear como siempre, ira a pasar la primera ronda como pueda y no más. El equipo nacional está muy lejos de las grandes potencias y los equipos chicos se han acercado mucho.
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