El PRI cada vez se preocupa menos por el PAN; desde que Acción Nacional entregó prácticamente la elección al decidir como candidato a Chuy de León el camino en esta agrupación ha sido de debilitamiento constante hasta llegar a la salida de Gurza Jaidar. Ahora, el principal problema en el Revolucionario Institucional es el que se provocan ellos mismos, pues a pesar de que Riquelme trata de desmarcarse de Eduardo Olmos, alcalde de Torreón, y su fracaso administrativo, y se habla además de nuevas cartas en esta nueva -nomás de nombre- campaña de proselitismo, quienes se adueñaron del PRI hace años, lo siguen haciendo y todo lleva a pensar que en esta ciudad seguirá más de lo mismo; habrá quienes sostengan que Miguel viene de abajo, que ha logrado bajar muchos recursos, que mantiene el contacto estrecho con la gente y que la entiende porque habla un idioma parecido; sin embargo, Miguel sólo será el presidente de esta ciudad…
Tendrá como gobernador a Rubén Moreira, tendrá que cumplir compromisos con quienes le ayuden a llegar y por lo regular quienes ayudan a llegar no traen compromisos favorables para un bien común y a su alrededor colaboradores que habrá que ver si no traen la marca anterior y el mismo pensamiento de hacer cualquier cosa, menos servir a una sociedad devastada.
En el PAN existe marcada inconformidad porque se perdió la idea que tenían cuando no habían gobernado después de lo cual cayeron en las mismas mañas que el partido saliente. Este grupo político dependerá en gran parte de la inconformidad de la gente con el asunto de la deuda de Coahuila y lo olvidado y desprotegido que estuvo Torreón en los últimos casi cuatro años, porque al inicio con eso de "rescatemos Torreón", anduvieron haciendo algunas cosas que de inmediato se enfriaron, lo malo para el PAN es que la gente de Torreón sólo se molesta, pero no lo manifiesta, y así abre la puerta al abstencionismo. En el PRI, aunque se diga lo contrario en teoría, en el manejo práctico de las bases se siguen observando a los mismos priístas a quienes sería conveniente preguntar qué han hecho por su ciudad ?, porque si han hecho algo, lo hicieron mal y no se vale presumir supuestos logros o empecinarse en convencer a la sociedad de que en Torreón las cosas están bien, cuando todos sus sectores están arruinados, eso rasca el terreno de la burla.
Las mediciones reales previas al próximo proceso electoral hablan de un Torreón molesto y desilusionado, con pocas esperanzas.
Llegada la elección quedarán atrás las encuestas, las sonrisas de candidatos y los sondeos de opinión, también los poemas políticos y quedará claro que nuevamente ganará el voto de la despensa, la pintura y el tinaco.
Por Martín Chávez