Cuando la mujer salió de la casa logró con éxito destacar en importantes campos de la sociedad como en lo económico, político, académico, laboral, sin duda alguna, pero también, en estos cincuenta años desde iniciada la llamada "Liberación Femenina", nadie puede negar que se ha generado un estrés social mayor. Qué bueno por las mujeres por este atrevimiento, atrevimiento que trajo también una menor atención a las familias y a los hijos, tomando en cuenta que la mujer era la base de la familia y de la sociedad. Rosario Mayorga, una destacada mujer ecuatoriana sostiene que "si quieres formar a un hombre, educa a un niño, pero si quieres formar a una sociedad educa a una mujer".
En los sesentaa la mujer se cansó de preocuparse por ser bella y bondadosa. Deseó también poder y riqueza y comenzó su lucha por la equidad logrando igualar y hasta superar a muchos hombres en diferentes sectores, como la política. A estas alturas sería absurdo pretender, es más, ni siquiera desear que las mujeres regresen a casa, queda pensar en el impacto social provocado por estos cambios de comportamientos y deseos del hombre y la mujer y las mejores formas de evitar que la sociedad siga caminando por esta carretera del degenere y la vulgaridad llevando de carga a las familias, los hijos y toda una sociedad.
En México han brillado muchas mujeres y para el tema basta citar algunas como Marta Lamas, antropóloga impulsora de los derechos de las mujeres, férrea feminista con más de 30 años de lucha, principal impulsora de la legislación para despenalizar el aborto en el Distrito Federal durante las primeras doce semanas de gestación; o bien Ximena Valero, una diseñadora que ha puesto en alto el nombre de México en el mundo de la moda, al obtener el mayor premio al mejor diseñador del año en Fashion Week Miami en el año 2007 y presentadora de muchos desfiles y publicaciones de revistas en Nueva York y qué decir de Lorena Ochoa, una golfista que obtuvo el Premio Nacional del Deporte en tres ocasiones y ganadora de ocho torneos y que debido a sus grandes actuaciones y constancia en el juego se convirtió en el 2007 en la número uno en el ranking mundial. Pero también muchas mujeres destacan todavía como pilares de la familia y la educación de sus hijos y contribuyen desde sus hogares a la formación de una mejor sociedad como doña Mague, en la colonia Moderna, que con mucho sacrificio y esfuerzo diario sacó adelante a sus tres hijos vendiendo gorditas afuera de diferentes escuelas primarias y en puntos estratégicos del barrio, ya que su marido la abandonó. Solo ella supo cómo hacerle para que sus criaturas se mantuvieran lejos de las drogas y el alcohol y terminaran sus estudios, logrando colocarse en envidiables trabajos que hoy les permiten disfrutar de una mejor vida. He notado en las colonias populares una descomposición grave, en este mundo con fronteras, limitado para la gente de bajos recursos, ha sido terrible lo ocurrido pues lo único que tenía esta gente, era la convivencia sana con vecinos y ahora el ambiente es de temor y constante riesgo. La pregunta es ¿quiénes educaron a los que ahora hacen la maldad? Es digno de reconocimiento el atrevimiento que tienen muchas mujeres para salir de su casa y sumarse a la gente que pretende transformar nuestro país, no se puede decir lo mismo de aquellas que salieron del hogar para hacer desorden.
Falta hoy que la mujer y el hombre se pongan a platicar para disminuir el impacto negativo que se detecta en los hijos, en las familias y en general, en nuestra sociedad.
Por Martín Chávez